La ala-pivote de Río Colorado dejará Lanús para saltar a la División I de la NCAA. Robert Morris la buscó y se lleva a uno de los talentos jóvenes argentinos. Todos los detalles de su viaje en la nota.
(Fuente: CABB; cronista: Paulo Recari)
El inolvidable 2019 de Sol Castro parece extenderse a pesar de la pandemia que aqueja al Planeta por estos días. Sin tiempo para quedarse pensando en su debut en Las Gigantes frente a las figuras de la WNBA en Bahía Blanca o de rememorar el último Mundial en formativas, la interna rionegrina ató su futuro profesional y académico a la Universidad Robert Morris.
Una vez culminada la cuarentena por el coronavirus, la atlética interna de Lanús viajará al noreste de los Estados Unidos para comenzar la carrera de administración de empresas deportivas. Éste no es un detalle más en la nueva vida de Sol, ya que fue uno de los puntos que inclinó la balanza en la decisión de priorizar NCAA por sobre Europa. Todos los detalles de su salto a Norte América, en la entrevista.
Después de tu 2019 con doble competencia internacional, los ojos se posaron sobre vos y no faltaron ofertas de diferentes ligas del mundo ¿Por qué elegiste la Universidad Robert Morris sobre la opción de jugar Liga Nacional un año o pasar a Europa?
Prioricé saltar a la NCAA porque me parece importante que dentro de la misma institución yo puedo estar estudiando y jugando. Sé que voy a la cuna del básquetbol como lo es Estados Unidos, que la división I de la NCAA es de muy fuerte competencia y siento que me va a servir para potenciar mi carrera deportiva. Además, pensando en mi vida académica, la Robert Morris es una universidad privada de Pensilvania y a diferencia de Europa, puedo hacer todo lo que busco en un mismo lugar y en alta exigencia. De ahí mi elección.
Pasando a la parte académica, motivo que aclaraste que fue clave para tu elección, ¿Cuándo y cómo tuviste que rendir el ingreso? ¿Cómo tenés imaginado el hecho de estudiar todo en otro idioma?
Desde la universidad me pidieron que rindiera el SAT, un examen que nuclea matemáticas e ingles en un nivel alto de complejidad en poco tiempo. La evaluación se terminó suspendiendo por el COVID-19 y me tomarán una prueba online el 6 de junio. Me estoy preparando para adaptarme a estudiar en otra lengua, usando vocabulario muy técnico. Para facilitar la adaptación a la carrera me ofrecieron ponerme tutores individuales, que van a estar para guiarme en el ingreso.
Tu carrera va en franco ascenso: Mundial en Tailandia, campeona con Lanús, debut en la Mayor y ahora ésto, ¿Qué crees que le falta a tu juego para seguir este camino de crecimiento veloz? ¿Qué vas a tener que trabajar para rendir a tope en un juego diferente al que se practica en esta parte del mundo?
En Estados Unidos suele jugarse más por concepto que por sistemas. Estimo, antes de llegar a la liga, que voy a tener que mejorar en el uno contra uno. Desde el cuerpo técnico me dejaron satisfecha, ya que el primer tiempo tienen pensado usarme de 4 como lo hacía en Argentina, pero su idea es correrme a la posición de alera, algo que encaja más con mi biotipo para competir a nivel internacional una vez que pasen los 4 años de carrera. Dentro de esa transformación entiendo que ya cuento con el juego posteada por haberlo hecho toda mi vida, pero debería pulir las acciones de frente al canasto, el primer paso de rompimiento y seguir trabajando en el tiro a distancia.
Con tu llegada y la de Brenda Fontana, el segundo año de María Victoria Fux, más la posibilidad que se sume alguna más en los próximos días, Argentina se va metiendo de lleno en la NCAA, ¿Cómo ves que sigamos creciendo en el femenino mientras competimos en ese nivel?
Irnos a Estados Unidos nos va a hacer elevar nuestro nivel por la dificultad de la competencia, hasta de manera obligada si querés permanecer. Concibo el paso a la NCAA como el intermedio para después irnos a Europa si es que hacemos las cosas bien en los 4 años que dura la carrera. Es sabido que los clubes europeos miran hacia el básquet universitario para nutrirse de jugadoras y nuestra generación lo entiende. Creo que somos conscientes además que no vamos a vivir toda la vida de ésto, y en la NCAA es una buena oportunidad para trabajar pensando en el futuro próximo al final de nuestras vidas deportivas. Deseo que sigamos sumando chicas a Estados Unidos para que nuestro básquet femenino eleve el nivel.