La experimentada alera mendocina habla de lo que extraña la Selección, de sus sueños y del crecimiento que nota en el Femenino. También se refiere del nuevo desafío que arranca en el Ferrol de Galicia.
(Fuente: CABB)
Se la escucha feliz y motivada a Andrea Boquete. Al fin pudo volver a jugar tres seis meses de pandemia y lo hizo en este nuevo desafío que significa el Baxi Ferrol de Galicia. Extraña la Selección, ponerse la celeste y blanca, competir con sus compañeras, como lo hace desde hace 13 años, pero sabe que debe ir por una cosa a la vez. Y ahora es disfrutar de este nuevo paso en su carrera, a los 30 años, luego de que el equipo de León (Patatas Hijolusa) decidiera no armar equipo para seguir en la segunda división española. “Por suerte, el entrenador del Ferrol se comunicó rápido conmigo y fue una alegría que un equipo siempre protagonista como el Ferrol, que tiene ambición por ascender, se haya fijado en mí”, explica la alera mendocina de 1m80. La temporada anterior promedió 17.6 puntos, 8 rebotes y 2.4 asistencias y ahora, en su séptima temporada en España, compartiendo puesto con su compatriota Julieta Mungo, irá por más, “aunque con expectativas superiores” porque el Baxi se quedó con las ganas de ascender en una temporada que quedó inconclusa. “Ya jugaron Liga Endesa y quieren volver”, agrega Boquete, quien ya disputó dos partidos de la Copa Galicia como preparación para el debut, el 3 de octubre, en esta campaña que tendrá 42 equipos divididos en zonas de 14.
-¿Cómo viene siendo la adaptación al nuevo club?
-Muy bien porque además de Juli (Mungo) llegaron dos chicas más y, en total, somos cuatro que estábamos en el equipo de León. Y eso ayuda un montón, dentro y fuera de la cancha. En lo deportivo, el entrenador juega mucho con cuatro abiertas y entonces puedo jugar en dos posiciones.
-¿Y en qué momento de tu carrera te toma este desafío?
-Es un momento especial, primero porque nunca estuve tanto tiempo parada. Como máximo, 15 días y ahora no jugaba desde del 8 de marzo. Fue demasiado. Seguí entrenando, hice lo que pude en Mendoza. Pero no es fácil. El roce, el ritmo de juego, no es fácil recuperarlo. Pero sé que debo estar tranquila, ir de a poco, manejando la ansiedad.
-Ya son 49 argentinas por el mundo, la segunda temporada con más embajadoras. ¿Cómo lees esta situación, qué reflexión te merece?
-Me pone contentísima. Hace años que no pasaba, que haya tantas chicas en buenas ligas. Sin dudas, desde lo individual, servirá para potenciar el básquet femenino en la Argentina. Es lo que todos deseamos, de esa forma, individualmente, mejoraremos la disciplina y a la Selección.
-¿Cómo ves, a la distancia, lo que se está decidiendo desde Confederación con el Femenino: el arribo de Gregorio (Martínez) con su staff, el nuevo equipo de profesionales con Pepe Sánchez coordinando las formativas y el desarrollo de las 46 escuelas EDA, por caso?
-Muy bien. Que haya un nuevo cuerpo técnico nos dio mucha tranquilidad, el poder tener un contacto individual y grupal, porque la comunicación es importante. Ver que se ocupan y preocupan es valioso. Y luego ver el tema de los campus, de las escuelas, para ir buscando el desarrollo de nuestro deporte, es muy valioso. Se nota el apoyo y está claro que antes estas cosas no las veíamos.
-Incluso el plantel de la Mayor se comprometió apoyando las escuelas EDA con un video.
-Sí, Karina (Rodríguez, Directora Nacional) se comunicó con nosotros, nos contó lo de las escuelas y decidimos apoyar con nuestros mensajes porque hoy somos la cara visible del Femenino y queremos ayudar a potenciar el proyecto. Las EDA son una muy buena idea, porque incentiva a que las más chicas que se sumen en distintos lugares del país donde el acceso a practicar básquet no es tan sencillo.
-¿Y qué te gustaría ver ahora en el Femenino?
-Está claro que hubo un crecimiento grande, se habla más del Femenino y a nosotras se nos da un seguimiento que antes no teníamos. Hay más difusión, tenemos otro lugar. Hubo un cambio grande con este nueva dirigencia. También notamos un staff más grande de profesionales trabajando alrededor nuestros, buscando ayudarnos. Ojalá se sostenga cuando comiencen los torneos y también esté la Selección masculina. Yo, la verdad, no creo que haya más desigualdades con el masculino.
-Notás, en definitiva, más recepción y voluntad de mejorar el área.
-Uno sabe que lo del masculino es incomparable, porque son caminos distintos, sólo pedimos ser reconocidas por el amor que sentimos por la camiseta y el deporte. Creo que tenemos que caminar hacia un deporte sin género, que no haya un masculino y un femenino, que sea el básquet argentino. Reconozco que lo nuestro ha crecido, pero aún tenemos un camino largo que recorrer y queremos que el avance continúe.
-¿Y se extraña la Selección?
-Sí, mucho, siempre es especial ponerme la camiseta de la Selección, estar con las chicas, vivir la competencia, la previa de los torneos… Estos meses sin poder hacerlo se hizo duro. Cada una está en lo suyo, en su carrera, sus equipos, pero creo que todas tenemos presentes a la Selección porque lo que vivimos cada año es muy fuerte. Imaginate las ganas que tenemos que llegue ese día, reeencontranos y que todo esto se termine…
-Gregorio asumió y armó una lista de 32 jugadores monitoreadas, las de siempre y muchas chicas que van subiendo. ¿Qué te pareció la decisión?
-Me pareció genial. Soy de las que creen que mientras más seamos, mejor. Mayor competencia. Las más grandes la tenemos más difícil, no podemos relajarnos porque nadie tiene el puesto asegurado. A mí me pone feliz que las más jóvenes vayan subiendo, que nos den guerra y nos pongan nerviosas a las de más experiencia. A mí me pasó cuando era chica, por eso sé la ilusión y las ganas que deben tener las nuevas convocadas de formar parte de la Mayor. Las banco y apoyo.
-Por calendario se vendrá un 2021 muy cargado, ¿para qué sentís que están como seleccionado?
-Sí, un año cargado, va a ser difícil, pero individualmente estamos creciendo para poder competir con las mejores. Hay un grupo lindo, se creció y se consiguieron cosas. Hay un grupo más fuerte en lo deportivo y estamos en camino de ratificar que podemos pelear con cualquiera.
-El sueño mayor es París 2024. ¿Lo ves posible?
-Claro, todas queremos jugar un Juego Olímpico por primera vez en la historia de nuestro país. Pero iremos paso a paso, no queremos saltar escalones. Pero está claro que el grupo está para grandes cosas.