El punto de no retorno: Bielorrusia tuvo un confortable liderazgo por 20-3 al final del primer cuarto. Argentina puso una zona en el segundo cuarto y esta estrategia hizo sufrir a Bielorrusia y su tiro de media distancia. Pero fue en la pintura donde Argentina pagó las consecuencia de tener una alineación pequeña, puesto que las eslavas anotaron 42 de los 84 puntos en esa zona.

Las estadísticas no mienten: El dominio de Bielorrusia cerca de la canasta fue evidente con la ventaja de 49-38 en el aspecto reboteador. El pobre movimiento de balón de Argentina dio como resultado seis asistencias, que no les hicieron ningún favor.

Figura del partido: Sacó seis faltas a los rivales y además Likhatarovich marcó el ritmo ofensivo de Bielorrusia con 19 puntos anotados.

Conclusión: Peleando por sobrevivir, Argentina vivió de primera mano como un equipo más alto y experimentado como Bielorrusia se pudo imponer. Tras una devastadora derrota en cuartos por 84-70 ante China, Bielorrusia demostró su fortaleza para superar a un equipo argentino que entró en el campo con la sensación de que ‘no tenían nada que perder’.