El entrenador en jefe de la Selección Nacional, Sergio Hernández, dejó su análisis luego de la primera ventana clasificatoria para la Americup 2021. Destacó el carácter del equipo para imponerse en Venezuela.
(Fuente: CABB)
La Selección Argentina inició la clasificación hacia la Americup 2021 con dos partidos ante Venezuela, por el Grupo A. En San Luis cayó por 74-68, mientras que en Caracas remontó una desventaja de 22 puntos y consiguió una victoria épica por 73-72. El entrenador Sergio Hernández dejó sus impresiones luego de esta primera ventana en diálogo con Prensa CABB:
-Venezuela modificó su plantilla entre un partido y otro, incluso en Caracas presentó su formación principal. Y se dio algo ilógico, que fue perder de local contra una formación menos experimentada y ganar de visitante, con todo el estadio en contra, contra una plantilla con muchas figuras. ¿Qué cambió del primer partido al segundo para dar esa muestra de carácter, para remontar una diferencia de -22 y ganar en Venezuela?
-En principio éramos dos equipos que no se conocían demasiado entre sí, porque teníamos muchos jugadores nuevos. Ellos no tenían tantos jugadores nuevos, pero sí tenían que basar su poder ofensivo en jugadores diferentes a los que normalmente lo hacen, caso Vargas, Colmenares o Lewis. Mientras que nosotros tuvimos solo dos entrenamientos. El scouting lo basamos en lo que Venezuela hace normalmente contra Argentina y quizás ahí en particular yo no me anticipé a que Venezuela podía ser un poco más incisivo, más agresivo en el ataque que otras veces. Eso puede haber afectado un poco nuestro juego. Más allá de eso llevamos la iniciativa todo el partido, pero la actuación de un jugador como Carreras, que se salió de lo normal, que no la esperábamos para nada, volcó el partido para ellos. Después en Venezuela, vos sabés como es el orgullo de los argentinos, no nos gusta perder, fuimos con la mayor mentalidad posible, no nos salieron las cosas de entrada, llegamos a estar 22 puntos abajo, pero como nuestro lema era enfocarnos en el juego y no en el resultado, seguimos jugando, doblamos la apuesta, fuimos a buscar más arriba todavía la defensa presión, mejoramos nuestro ataque rápido, conectamos con algunos tiros y sobre todo el carácter del jugador argentino hizo que ese partido se quedara para nosotros.
-¿Qué te gustó de este equipo que participó de la primera ventana de Americup? Si bien se trata de una clasificación a un torneo de 2021, imagino que en esta primera mitad del año estarás atento a cada actividad para ir ideando la mejor opción de cara a los Juegos de Tokyo.
-Lo que más me gustó de este equipo es que rápidamente asumió el compromiso de respetar una identidad de juego que viene trayendo la Argentina hace muchos años. Con las dificultades que trae un equipo no acostumbrado a jugar a nivel internacional y a jugar juntos, con solo dos o tres prácticas encima. Pero la propuesta fue siempre la misma, el bloque alto defensivo, la carrera como primera opción, tratar de ser lo más organizado posible, ocupar los espacios… Y eso, más allá de los diferentes momentos que tuvo cada partido, lo respetaron al 100%. Fueron solidarios, pusieron su ego a favor del equipo, tanto los que jugaron poquitos minutos como los que jugaron mucho. Jugaron los 12 en los dos partidos y además el carácter fue clave, una de las grandes virtudes del equipo.
-Esta ventana de febrero, en la que no se detiene la actividad de NBA ni Euroliga, obliga a muchas potencias a mostrar jugadores que participan de sus ligas nacionales. En ese sentido Argentina sigue mostrando aspectos positivos, como su identidad de juego más allá de los nombres, y el compromiso y la ilusión de jugadores que por primera vez visten la camiseta de la Selección. ¿Qué análisis haces al respecto?
-La mayoría de los países que tienen mucho potencial en sus jugadores los tienen afectados a la Euroliga o la NBA y no los pueden usar, entonces arman equipos con sus ligas locales. Esa es una ventaja que tiene Argentina también, que siempre ha tenido una competencia organizada y fuerte. Si bien no tenemos la experiencia internacional, porque estamos lejos de aquellos que compiten diariamente en Europa, podemos armar equipos con calidad y con temperamento. Esa es la parte mala y buena de las ventanas. No podemos contar con los jugadores que están en Europa -si tuviéramos alguno en la NBA lo mismo-, pero podemos darle rodaje a jugadores de la Liga Nacional que lo necesitan.