La ciclista paralímpica ganadora de dos medallas en las últimas Copas del Mundo -dorada en Bélgica y plateada en Alemania- comparte desde Europa su felicidad y sus nuevos objetivos, mientras se prepara para los próximos mundiales de ruta (agosto) y pista (octubre).
(Fuente: Ministerio de Turismo y Deportes)
Tras los resonantes logros de Mariela Delgado en las últimas dos Copas del Mundo de Paraciclismo, donde ganó la dorada en la carrera de ruta en Bélgica y la plateada en la prueba de pelotón en Alemania, los nuevos objetivos apuntan a los mundiales. “Me quedo en Europa para continuar con mi preparación. En agosto, después de la tercera fecha de la Copa del Mundo, tengo el Mundial de Ruta en Canadá y luego en octubre el de pista en Francia. Estoy muy concentrada en el día a día y muy contenta por estas medallas; valen mucho, superé momentos de mucha exigencia”, comenta la misionera a la web de la Secretaría de Deportes de la Nación desde Francia.
Delgado, quien por una mala praxis en su nacimiento tiene una lesión en un brazo (trastorno plexo braquial) que la limita para ejercer fuerza sobre el manubrio, está tercera en el ranking mundial de la UCI y sigue haciendo historia en el paraciclismo donde ya cosecha cuatro medallas en Copa del Mundo, tres doradas y una plateada; seis en mundiales, dos de plata y cuatro de bronce; y seis diplomas paralímpicos entre Río 2014 y Tokio 2020 (su mejor performance el cuarto puesto en ruta en Río de Janeiro).
Además, cuenta con otras seis medallas en Juegos Parapanamericanos, tres doradas, dos plateadas y dos de bronce. Y tiene la particularidad de haber participado en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, además de estar también en los Panapanamericanos del mismo año que se realizaron en la misma sede canadiense.
“Me gusta ponerme objetivos a corto plazo y como suele decirse ir paso a paso. Obvio que me ilusiono con ganar una dorada mundialista o quiero estar en París 2024 pero disfruto de este momento y me preparo para lo que viene. La próxima meta es la importante”, contesta Delgado cuando se le pregunta sobre sus expectativas y posibilidades de alcanzar más logros.
Y ahí va andando Mariela Delgado sobre su bicicleta. Convencida, concentrada, llena de sueños pero sin treparse a la euforia que propone el éxito.