Argentina goleó 5-1 en el Estadio del Bicentenario en San Juan y se prepara para viajar a Brasil. Con dos goles de Messi , dos de Lautaro Martínez y uno de Pereyra, los dirigidos por Lionel Scaloni arrojaron buenas sensaciones a pesar del bajo nivel de Nicaragua.
El mismo escenario que en todo el interior de nuestro país, volvió a repetirse en San Juan cuando los espectadores se agolpaban para registrar la presencia de Lionel Messi, una vez más con la albiceleste. Y se puede decir, a diferencia de otras veces, que los sanjuaninos se fueron a casa satisfechos.
La Selección Argentina ganó cómodamente y se floreó con una goleada en una noche que sirvió para calmar los reclamos de la prensa especializada y la opinión pública: la tan ansiada renovación. Y eso se reflejó a la perfección con un mediocampo absolutamente nuevo y fresco con Paredes, Guido rodríguez y Giovanni Lo Celso, quien fue la figura del partido. El ex Rosario Central se entendió a la perfección con Lionel Messi, quien inauguró el marcador regateando luego de un pase del actual Betis. Dos minutos después, sería el mismo capitán de la Selección quien cogería un rebote luego de un remate a quemarropa de Sergio Aguero tras una buena jugada personal.
Ya en la segunda parte, Scaloni prescindió de Messi y Aguero, y le dio minutos a Lautaro Martínez y a Paulo Dybala, quienes eran los nombres más firmes para la renovación generacional. Y Lautaro no tardaría en demostrarlo con el tercer gol, dándose media vuelta y rematando al palo izquierdo del arquero a los 69 minutos del partido. A los pocos minutos, el ariete del Inter cogió un rebote tras un cabezazo de Funes Mori, quien había ingresado por Juan Foyth unos minutos antes. El gol de Pereyra redondeó la goleada en San Juan tras un desborde de Rodrigo De Paul. Poco importó el descuento de penal de Nicaragua.
Un triunfo que invita a soñar y a ilusionarse… de nuevo. Lionel Scaloni, con el perfil más bajo, logró dar en la tecla con los nombres y con su idea de juego. Ilusiona la sociedad entre Lo Celso y Messi. Las ansias goleadoras de Lautaro Martínez. El vértigo que pueda aportar Suárez, Acuña y Pereyra. El oxígeno y la pausa que puedan generar Paredes y De Paul. La mejor versión de Dybala que todavía no se pudo ver con Argentina. Más los referentes de siempre como Otamendi, Di María y Aguero. Y Messi. Porque siempre ilusiona tener a Messi entre los 11. Ahora solo queda demostrarlo en Brasil, que es donde importa.