La Selección Argentina dirigida por Lionel Scaloni le ganó a Brasil por la mínima en Arabia Saudita y empató a dos con Uruguay en Israel. La gran noticia de la fecha FIFA pasa por el buen desempeño de Lionel Messi tras su retorno, el astro del FC Barcelona marcó en ambos partidos y mostró mucha fluidez con el resto de sus compañeros.
Por Ezequiel P. Pernica (Agencia VEIEM 360) para DAP
El regreso de Lionel Messi siempre es una buena noticia. El capitán de la albiceleste mostró un buen nivel tras un trimestre de suspensión luego de la polémica Copa América que se celebró en terreno brasileño. El 10 argentino marcó el único tanto en el superclásico sudamericano de un rebote, luego de que Allison le atajara el disparo desde el punto del penal.
Argentina supo llevar esa superioridad al marcador, aún a pesar del penal en contra que recibió el equipo de Scaloni durante la primera parte tras una falta de Otamendi que comenzó con una mala salida de Juan Foyth. Gabriel Jesús tomó el balón pero malogró el disparo. Unos instantes más tarde, la situación se repitió cuando Messi cayó en el área rival y el árbitro neozelandés pitó el máximo castigo.
Ya en la segunda parte y con el marcador a favor de los argentinos, la Selección dominó durante el resto del cotejo, en donde se vieron interesantes pasajes futbolísticos de un equipo que partido a partido se va afianzando y creciendo en personalidad e idea propia. Nombres como Tagliafico, Paredes, De Paul y Lautaro Martínez empiezan a sonar cada vez más fuerte y a ser un número fijo en las alineaciones.
Empate a dos en el clásico del Río de la Plata
Dos días después, el combinado nacional se dirigió a Tel Aviv en donde disputó su segundo compromiso ante Uruguay. Allí, el partido fue más igualado y no solo en resultado sino en el desarrollo. Edinson Cavani adelantó a los orientales y, ya en la segunda parte, Agüero empató de cabeza. A los 23′, Luis Suárez volvió a adelantar a los suyos pero antes del final, Lionel Messi volvió a marcar de penal para dar un poco de justicia al marcador.
Un triunfo ante Brasil y un empate ante un siempre difícil combinado uruguayo se convirtieron en una prueba más que superada para éste nuevo ciclo de la Selección Argentina, con un cambio generacional llevado a cabo por Scaloni que se tuvo que ganar la confianza de todos a fuerza de buenos rendimientos.
El equipo comienza a afianzarse y a tener un estilo de juego propio con un Lionel Messi más maduro y combativo. Quizá, el líder que esperaban los sectores más reacios de la opinión pública y de la prensa especializada.