La Selección Argentina cosechó dos empates en la fecha doble por las eliminatorias rumbo a Qatar 2022. Empató a uno con Chile en Santiago del Estero e igualó 2-2 con Colombia en Barranquilla en un partido que ganaba 2-0 desde los 8 minutos. Dos partidos que arrojan tantas dudas como certezas a las puertas de una nueva competición continental.
Por Ezequiel P. Pernica (Agencia VEIEM 360) para DAP
El escenario era el flamante estadio de Santiago del Estero. La Selección absoluta hacía su debut oficial allí con el homenaje a Diego Maradona, el primer partido de la albiceleste tras su fallecimiento. El primer gol de Messi de penal, a los 24′, brindaba la idea que la noche se decantaba para un sincero homenaje al eterno ‘Diez’ más allá del festejo del capitán y heredero del emblemático dorsal. falta grosera de Maripán por sobre Lautaro Martínez, Messi intercambió por gol y corrió a la cámara para dedicar el gol a Diego que lo miraba desde el cielo.
Sin embargo, Argentina fue a por más sin lograr óptimos resultados. Doce minutos más tarde, La defensa argentina se durmió en un balón parado y Alexis Sánchez no desaprovechó una de las pocas situaciones que tuvo el conjunto transandino.
En la primera parte, el partido se había dado de ida y vuelta con grandes promesa por parte del equipo local, pero una vez pasados por los vestuarios, el trámite se volvió dificultoso. Los espacios se cerraron y el partido se volvió friccionado. Messi, utilizando el recuso de la pelota parada y rematando de media distancia encontró los únicos caminos y transformó al arquero chileno Claudio Bravo en una de las figuras del encuentro.
Barranquilla y los dogmas del Doctor
Ya lo había dicho Carlos Salvador Bilardo como un dogma casi indiscutible en el fútbol: «El 2-0 es el peor resultado». Y es aún peor cuando se gana 2-0 desde los primeros minutos, eso es lo que sucedió en Barranquilla. Argentina comenzó ganando con un gran gol de cabeza de Christian Romero a los 3′ y luego Leandro Paredes intervino un disparo, se encontró con un balón en sus pies y derrotó a Ospina.
Argentina dominó el resto de la primera parte, sin embargo los minutos avanzaban y el marcador no se movía. La albiceleste no remataba a su rival, lo tenía contra las cuerdas pero no podía dar el golpe de gracia, ese 3-0 que da la tranquilidad casi definitiva. Antes del descanso, el arquero Emiliano Martínez, tuvo que abandonar el campo por un choque con Mina y fue reemplazado por Agustín Marchesín.
Ya en la segunda parte, el cansancio hizo mella en el equipo. Otamendi le dio un codazo a Uribe y el árbitro decretó penal. Infantil e innecesario. Muriel intercambió por gol y dio vida a Colombia. Mientras, Argentina trataba de salir de su letargo exigiendo a Ospina una y otra vez por medio de los remates de Messi y Lautaro.
Pero no hubo caso, Juan Foyht salió jugando en el último minuto de manera innecesaria, en contra de los grandes dogmas establecidos de la cultura futbolera. El local aprovechó el error, descargó con Cuadrado que centró para el cabezazo de Borja. Marchesín no pudo tapar el remate.
Una doble jornada de eliminatorias que deja tantas dudas como certezas a las puertas de una nueva Copa América. Queda mucho para mejorar, eso está clarísimo, pero sobran indicios para ilusionarse.