La Selección Argentina de Fútbol Masculino tuvo un debut durísimo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Los de Fernando Batista fueron doblegados por el combinado australiano con goles de Wales y Marco Tilio. Ahora no queda margen de error, solo queda ganar los partidos frente a Egipto y España, que empataron sin goles en su estreno.
Por Ezequiel P. Pernica (Agencia VEIEM 360) para Deporte Argentino Plus
Mientras todo el mundo está contando las horas que quedan para el inicio oficial y general de los Juegos de Tokio que tendrá lugar en la Ceremonia Oficial que se realizará en el estadio olímpico de la ciudad, el apretado calendario obliga a que determinadas disciplinas tengan ventaja para poder cumplir con los tiempos estipulados. Béisbol, Softbol y por supuesto, el fútbol.
La Selección Sub-23 dirigida por Fernando Batista fue la primera de la delegación argentina en debutar en estos juegos y no tuvo un buen estreno, cayó 2-0 frente a un combinado australiano que fue superior tanto física como futbolísticamente. Si bien la albiceleste se adjudicó el dominio del balón y de la gran mayoría del desarrollo, fueron los oceánicos quienes fueron más profundos y con situaciones más claras de cara a portería.
Un golpe prematuro
A los 13′, los australianos dejaron en evidencia la fragilidad defensiva de los sudamericanos cuando King agarró un cambio de frente y superó rápidamente la marca de Hernán de la Fuente, desbordó por la izquierda y asistió a Wales que llegó por el segundo palo. Un golpe duro para Argentina que comenzaba a articular pequeños ataques y a acechar el área de Tom Glover.
Sin embargo, Australia se las seguía ingeniando para lastimar a su rival con uno y dos toques, buscando
permanentemente la proyección de sus laterales que hacían mella con esas constantes incursiones por las bandas. A los 34′, el ex Independiente, Esequiel Barco, intentó de media distancia desde el vértice izquierdo y estrelló la pelota en el travesaño de la portería protegida por Glover. Australia, por su parte, tuvo dos ocasiones muy claras cuando McGree ejecutó una chilena perfecta entre los centrales argentinos que hizo lucir a Ledesma y por medio de Genreau, que remató al travesaño luego de otra incursión de King por la izquierda.
Argentina se complica
Antes del descanso, el árbitro serbio expulsó a Francisco Ortega cuando le adjudicó su segunda amarilla por una tontería, así, Argentina se quedó con un hombre menos para los 45′ restantes. En el complemento, los de Batista salieron a dominar el partido liderados por Barco y llevó el juego al terreno rival cuando Australia le cedió el protagonismo. Sin embargo, los volvió a contragolpear duro una vez más cuando Marco Tilio definió perfecto tras un pase de Duke. Nada que hacer para Ledesma, que tuvo un buen desempeño y trajo seguridad a pesar de los dos goles. Gaich, tuvo la última para su equipo con un mano a mano que Glover se terminó quedando.
Quedan muchas cuestiones que corregir de cara al próximo partido, sobre todo en lo defensivo. Argentina mostró muchas ingenuidades que, en un torneo olímpico, no se puede dar el lujo de mostrar. Los otros rivales del grupo, España y Egipto, empataron a cero y ya no hay más margen de error. El domingo, a las 4.30 (hora argentina), tendrá una nueva oportunidad de demostrar que Argentina puede, como demanda su historia.
SÍNTESIS. ARGENTINA 0 – AUSTRALIA 2
ARGENTINA: Jeremías Ledesma; Hernán De La Fuente, Nehuén Pérez, Facundo Medina, Francisco Ortega; Fausto Vera, Santiago Colombatto; Fernando Valenzuela, Alexis Mac Allister, Esequiel Barco; Adolfo Gaich.
DT: Fernando Batista.
Ingresos: 46′ Ezequiel Ponce por Fernando Valenzuela; 62′ Marcelo Herrera por Hernán De La Fuente; 79′ Tomás Belmonte por Santiago Colombatto; 79′ Martín Payero por Alexis Mac Allister ; 81′ Pedro De La Vega por Esequiel Barco.
AUSTRALIA: Tom Glover; Nathaniel Atkinson, Harry Souttar, Thomas Deng, Joel King; Riley McGree, Denis Genreau, Daniel Arzani, Connor Metcalfe; Mitchell Duke y Lachlan Wales.
DT: Graham Arnold.
GOLES: 13′ Wales (Australia); 79′ Marco Tilio (Australia).
Estadio: Sapporo Dome.