En el debut de la segunda fase del Mundial de Egipto, Argentina jugó su mejor partido en el torneo para derrotar con autoridad a Japón 28:24. El próximo sábado a las 14hs (horario de nuestro país) se medirá ante Croacia, buscando un triunfo que lo acerque a los cuartos de final.

(Fuente: CAH; fotos: IHF) 

Los Gladiadores dieron el primer paso en la Main Round del Mundial con una muy buena victoria ante Japón, combinado asiático que llegaba a El Cairo como tercer equipo de su continente pero habiendo realizado una muy buena primera fase con empate ante Croacia (subcampeón europeo) incluido. En un partido que se destacó por la gran intensidad de ambos equipos, la Selección mostró su mejor versión en lo que va del torneo para dominar las acciones de principio a fin.

La potencia de Federico Pizarro (máximo goleador nacional con 10 tantos y MVP del encuentro), el regreso goleador de Diego Simonet tras su lesión en el tímpano y la efectividad de Lucas Moscariello, sumado al excelente trabajo del bloque defensivo y las atajadas de Leonel Maciel en el complemento fueron las claves de un triunfo que le permite mantenerse en carrera por llegar a los cuartos de final. El sábado enfrentará a Croacia en lo que será un mano a mano por un lugar entre los ocho mejores del torneo.

Argentina, que ganó por primera vez en su historia un partido en la segunda ronda de un Mundial, concretó el mejor comienzo mundialista desde su primera aparición en Japón 1997, gracias a sus tres victorias y una derrota en lo que va del campeonato. En sus 12 participaciones anteriores nunca había llegado a una marca similar.

Dos atajadas de Maciel y un gol de Federico Pizarro, primero, y otro de Moscariello, después, fueron un presagio de lo que sería un gran partido para Los Gladiadores que desde el minuto transmitieron una energía positiva en todas las fases de juego. En la determinación de Pizarro, que finalizó el primer tiempo con 9 tantos, Argentina encontró el camino para llegar con facilidad a 6mts, hacer daño a una defensa nipona que nunca pudo contactar, y sacar la primera gran diferencia del partido con un parcial 4:1.

Tras el 6:2 y un pedido de TO por Japón, apenas 3 minutos le llevó a Japón para volver al partido gracias a cuatro goles consecutivos de su goleador Tatsuki Yoshino, siempre siguiendo una idea clara de correr todas las pelotas y evitar jugar el posicional ante una defensa nacional que se mostró en forma durante los 60 minutos. Gran intensidad que no descontroló a la Selección, que siguió realizando su juego y dosificando en que momento frenar y en que otro acelerar. En esa buena administración, siempre bien llevada por Diego Simonet en la primera línea y que no se vio atentada por la necesaria rotación de jugadores que propuso Cadenas, Argentina pudo volver a sacar distancia de cinco en veinte minutos, 13:8, y mantenerla hasta el 17:13 con que se cerró la primera parte.

Tres goles consecutivos en el reinicio del partido, firmados por Fede Pizarro, Santiago Baronetto (otro de las grandes figuras argentinas en el partido) y Diego Simonet fueron una bisagra para el posterior desarrollo del partido. Si bien Japón llegó a recortar la diferencia en varios pasajes del complemento, Argentina se afianzó en defensa con los rendimientos de Nicolás Bonanno y Pedro Martinez, pero principalmente tuvo en Leo Maciel (14 atajadas y un 41% de efectividad) el bálsamo para desactivar todo tipo de reacción nipona.

Si la diferencia no fue mayor y el trámite del encuentro no se cerró antes, fue porque Los Gladiadores mermaron ese alto porcentaje de efectividad en sus lanzamientos y dejaron un manto de incertidumbre de cara a los últimos minutos con el 26:22 a cinco del cierre. Una atajada de Maciel y un gol posterior de Moscariello tras una excelente asistencia de Diego Simonet sentenció la historia y el vital triunfo nacional.