(ENVIADOS ESPECIALES para Deporte Argentino Plus y Noti-Amateur; @Luchymazzaferri; @deporteargplus; @AleMolezzi; foto: Producción Deporte Argentino Plus)
Con el triunfo frente a México en semifinales, LA GARRA CLASIFICÓ A LOS JUEGOS OLÍMPICOS.
El plantel festejó y cantó por el objetivo cumplido y las jugadoras Rocío Campigli, Valeria Bianchi, Elke Karsten, Macarena Gandulfo, Luciana Mendoza, Victoria Crivelli y el entrenador Eduardo Peruchena, contaron su alegría.
ROCÍO CAMPIGLI
«En el momento que se acercaba el minuto 60 estaba en el banco y no pude evitar que se me cayeran las lágrimas, ya faltando un minuto estaba llorando ja, en un momento se me llenó el pecho de emoción y quería llorar, gritar, todo y es una felicidad inmensa y una satisfacción de uno mismo y de todo el grupo porque nos rompimos el lomo para llegar hasta acá y hay que disfrutarlo ahora, nos merecemos este festejo».
«El partido contra Cuba individualmente me bajó a la mitad la energía, fue un partido duro para mí físicamente me dejó con algunas molestias que todavía las arrastro pero al momento de salir a la cancha no tiene que importar nada y si duele tiene que seguir doliendo y cualquier cosa y esfuerzo vale la pena para clasificarse a los Juegos».
«Se lo dedico a mi familia más que nada porque me bancaron un montón y me ayudan y me alientan, no me dejan bajar los brazos nunca, cuando uno llega cansado, dolorido, sin ganas, tarde, yo particularmente que estoy toda la semana en Buenos Aires, y sólo ando por mi casa los fines de semana. Disfruto mucho ese ratito que puedo estar en mi casa y se lo agradezco a mi mamá, a mi hermana, a mi tía, a mi tío, que me siempre estuvieron, que me llevan de acá para allá si me tienen que llevar, me consiguen lo que necesito, me bancan en todo, a mis amigas que no me ven nunca sin embargo siguen siendo mis amigas ja, también les mando un beso enorme porque me rebancan y al club principalmente porque de ahí nací y ahí aprendí todo lo que sé. Gracias a todos ellos que te nombré y al club soy quien soy ahora».
VALERIA BIANCHI
«Valieron las lágrimas de la nota previa, claramente que valieron y las volvimos revivir en la mitad del torneo y ahora de vuelta. Cuando terminó el partido sentí emoción, estaba en el banco con todas las más grandes y nos decíamos unas a otras ‘vamos a Río’, ‘vamos a Río’, sí sí vamos a Río jajaja»
ELKE KARSTEN
«Cumplimos el sueño, el objetivo, y dan ganas de llorar, de gritar, todo junto, valió la pena entristecerse, deprimirse y volver a llorar pero de alegría»
MACARENA «MAQUI» GANDULFO
«Es una emoción increíble, es lo que soñamos, desde que tengo la pelota en la mano es lo que soñé y no puedo creerlo, es hermoso, lo merecemos y hay que disfrutarlo ahora. Y en Río la rompemos ja, la sufrimos pero parece que fue para disfrutarlo más ahora, hizo que valga más la pena».
LUCIANA MENDOZA
«A medida que se acercaba el final del partido era un doble sentimiento, era pensar en el futuro pero al mismo tiempo tener que estar siempre en partido, no se podía regalar nada, habíamos abierto el tanteador, por momentos nos relajábamos pensando ya en el futuro y como ellas no aflojaban, teníamos que volver al partido, nos costó y al final empecé a pensar en que estábamos clasificadas y no entendía ja, de hecho no caigo que ésto está siendo real.
Si le hubiéramos ganado a Cuba se hubiera vivido distinto, creo que nos fijamos mucho en Cuba y a ellas le pasó lo mismo con nosotras y lo sufrieron con Uruguay, el haber pensado ambos sólo en ese partido, creímos que los demás equipos iban a pensar que no tenían posibilidades y Uruguay demostró que cualquiera puede clasificar, tener un mejor día y no hay que regalar ningún partido, que realmente para clasificar hay que ganar todos los partidos».
VICTORIA CRIVELLI
«Creo que nunca estuve tan triste ni tan feliz como en estos días, el cambio fue ese partido con Uruguay y nosotros darle valor a eso ganándole a Chile, salimos del pozo y hoy estamos en la felicidad más grande de todas. Hace 10 años que estoy en la Selección, en el 2005 jugué mi primer torneo como juvenil, ahora estoy en este Panamericano es un sueño estar acá, y haber clasificado a algo tan grande como el Juego Olímpico es todavía más importante y es el sueño de mi vida».
«Estar en estos torneos es lo más grande que hay, estar con todos los atletas argentinos viviendo todos juntos. Además de la celeste y blanca, también son importantes los clubes que nos ayudan a llegar hasta acá, yo soy de Ferro y siempre me parece importante nombrarlo porque por ellos estamos en estos lugares».
EDUARDO PERUCHENA
«El partido tuvo un buen arranque desde la actitud pero con algunas imprecisiones con la pelota por lo que había en juego, no por el partido en sí. Fue muy positivo ese 8 a 0 inicial, basado en la defensa y en Valentina que había atajado tiros importantes, y era el momento de liquidar el partido intentando jugar claro sencillo pero ahí aparecieron los vaivenes emocionales que caracterizan al handball femenino y que son dificultades que hay que saber manejar, poder acortar lo posible para salir de esos baches que se pueden generar. Ese tema nos hizo tener un parcial en contra de 3-5 e irnos 11-5 en el primer tiempo, encima teníamos dos jugadoras excluidas, ahí fue clave, creo que Dios ayudó a que las palabras surtieran efecto y salimos el segundo tiempo como realmente hubiéramos deseado si nos preguntaban antes cómo queríamos que salieran a jugar las chicas. Ese parcial con dos menos de 3-0, liquidó el partido a mi forma de entender. El equipo estuvo un poco más preciso, fue bueno lo del contragolpe, México es incansable porque va y va y va, no se frustra ante la derrota ni ante nada, va para adelante, es un equipo con un temperamento valiosísimo. Pero a partir de los goles nuestros, la diferencia en el tanteador hacía mermar el esfuerzo y cerramos con tranquilidad el partido».
«Es difícil saber qué hubiera pasado ‘si’, pero el haber perdido con Cuba y de la manera que perdimos, nos generó un deseo de revancha, un fortalecimiento en lo espiritual para trabajar muy duro, el mes y medio que tuvimos entre los torneos de Cuba y Toronto fue muy rico de trabajo y logramos una mejoría importante. La realidad es que Cuba jugó un partido bárbaro con nosotros en los Juegos, poder leer eso es interesante porque el segundo tiempo del partido con Cuba tiene nivel de de cuartos de final de torneo Mundial, pero hay vaivenes anímicos y emocionales que mueven la aguja del rendimiento y de golpe el equipo se desdibuja y tiene momentos muy flojos en el juego. Ese día nosotros empezamos de una forma y terminamos errando goles que nos hubieran dado el triunfo y no tener que depender de lo que pasó después. Rescato de este camino que tuvimos que recorrer, el triunfo con Uruguay y haber quedado gol a gol con Cuba, sabiendo también que Uruguay nos ayudó por haber ganado un partido casi impensado frente a Cuba. Pero pasamos primeros por diferencia de gol y la diferencia de gol la generamos nosotros, no tenemos que perder de vista eso.
Hay mucha gente para dedicárselo porque tengo un recorrido de 30 años o más de handball, me acuerdo de quienes me iniciaron, principalmente ahora de la familia porque mucho tiempo uno está de viaje, concentrado, entrenamientos todos los días, de mis hijos, de mi señora que me bancan siempre, de la gente en el colegio, de los profes, los directores, que tienen que reemplazarnos cuando viajamos, de mis mentores, los técnicos que hicieron que ésto sea mi pasión, Carlos Pícaro, Carlos Pallera, Jorge Rossi, son quienes me dejaron una huella muy marcada por la cual transité mi camino profesional con mucha pasión».