El seleccionado argentino superó por 2 a 0 a Corea y logró su segunda victoria en el Mundial junior. El martes, ante Uruguay, buscará el pase a los cuartos de final que está casi asegurado.
(Fuente: CAH)
Otra vez no existieron las equivalencias. Y aunque el 2 a 0 final tenga gusto a poco, las diferencias en el juego entre Argentina y su adversario de turno fueron notorias. Las estadísticas finales son claras y contundentes: las Leoncitas tuvieron 34 penetraciones al círculo, 24 tiros al arcos y nueve corner cortos. ¿Corea? Contó con un enorme y gráfico cero en los tres rubros. Además el seleccionado nacional terminó con un 64 por ciento de posesión de la bocha. ¿Qué ocurrió entonces? Argentina no tuvo efectividad para definir un partido en la que la victoria jamás corrió peligro.
El equipo de Fernando Ferrara quedó a un paso de la clasificación a los cuartos de final del torneo. Sólo una catástrofe deportiva, absolutamente impensable, dejaría a las argentinas fuera de la lucha por el título y fuera del sueño de repetir las conquistas de 1993 en Tarrasa y de 2016 en Santiago. De todos modos hay que seguir edificando sobre lo hecho y pensar que ante rivales más complicados todo se puede hacer màs difìcil si no se concretan las chances de gol que sobran por todos lados. El deficit también se había visto ante Austria en el debut, pero las austríacas son mucho menos ordenadas defensivamente que las coreanas y por eso en la presentación se abrió el arco y llegó la lluvia de goles. Es un punto para tener en cuenta. Sólo eso.
Argentina fue superior de principio a fin. Entre los aspectos positivos del comienzo estuvo la recuperación sobre la pérdida de la bocha y el primer ejemplo se vio a los 3 minutos cuando Daiana Pacheco extendió su voracidad goleadora, ingresó al cìrculo y sacó el remate cruzado que no pudo defender Eunji para pegar su cuarto grito en el torneo. En ese primer cuarto las ganadoras sumaron dos cortos y otras virtudes: por ejemplo, Argentina no se repitió en el ataque e ingresó al círculo coreano tanto con la bocha controlada como con palazos desde afuera. Claro que había que tener más paciencia quizá para tener una mayor claridad a la hora de definir.
A los 22 minutos Valentina Raposo puso el resultado definitivo con un tiro cruzado en el fijo. Y Argentina siguió atacando a un equipo incómodo, duro, metido atrás, que de a poco hizo un partido más lento y le quitó dinámica al juego de su adversario.
Entonces las Leoncitas perdieron calidad a la hora de atacar y entre los errores en la definición y la muy buena actuación de Eunji (con algo de suerte, también, como en ese disparo que le sacó con el casco a Pagella), el resultado no se modificó.
Queda para trabajar el corto y la definición. Queda un camino largo en el Mundial. El próximo paso será el martes a las 6 ante Uruguay. Para buscar el pasaporte a la fase final. Y para mejorar en un torneo que sigue teniendo a Argentina como un enorme candidato al título. Como marca la historia, en definitiva.