ESTADIO OLÍMPICO DE TOKIO ES LA SEDE DE LAS COMPETENCIAS
(Fuente: CADA)
En el Atletismo hay que destacar algunas sorpresas que ya se han producido en la pista del Estadio Olímpico de Tokio.
TRES OROS SUDAMERICANOS EN OTRA GRAN JORNADA
FABULOSOS 400 VALLAS: WARHOLM 45.94 Y EL BRASILEÑO ALISON, BRONCE
En el mediodía de Japón -exactamente las 12.20 en el Estadio Olímpico, en Tokio de este martes 3 de agosto- se acaba de asistir a la más grande carrera de todos los tiempos en los 400 metros con vallas. Y difícilmente, si nos referimos a términos técnicos, se podrá admirar algo similar en el atletismo en la actualidad: el noruego Karsten Warholm estableció un récord mundial directamente «estratosférico» con su andar perfecto y su marca de 45 segundos y 94 centésimas. Se ha quebrado una barrera -la de los 46 segundos- para la vuelta a la pista con los diez obstáculos que difícilmente hubiera entrado en la imaginación de nadie.
El récord mundial anterior, que había fijado el propio Warholm el 1° de julio en el estadio Bislett de Oslo, con 46s.70 fue directamente demolido ahora. Tanto por Warholm como por su escolta y gran rival, el estadounidense Rai Benjamin, quien produjo otra marca asombrosa: 46 segundos y 17 centésimas. Ni él podrá creer que con semejante marca se tiene que conformar con la medalla de plata.
¡Y qué decir del brasileño Alison Brendom Alves dos Santos, cuyos 46s.72 lo encumbraron a una histórica medalla de bronce, cuando tiene 21 años recién cumplidos!
Se trata del primer atleta brasileño y sudamericano que llega al podio olímpico en esta difícil especialidad, en la que anteriormente hubo otros representantes de nuestra región en posiciones de finalistas como sus compatriotas Sylvio Magalhaes Padilha (1936), Everson Teixeira (1996), Eronilde Nunes de Araújo (1996-2000) y el panameño Bayano Kamani. También hubo argentinos como protagonistas de la prueba ya que tanto Juan Lavenás en Berlin (1936) como Juan Carlos Dyrzka en México (1968) fueron semifinalistas, y en el caso de este último, cuando se convirtió en el primer sudamericano por debajo de los 50 segundos.
Apenas momentos antes y en la otra final de esta jornada matutina, la alemana Malahika Mihambo celebraba su victoria en salto en largo femenino, que se adjudicó con su último intento. Y ya en la pista, con su acostumbrada decisión, Warholm le impuso ahora un ritmo feroz a la prueba de vallas desde el arranque y sólo Benjamin podía mantenerse expectante. Pero Alison entró en posición de medallas a partir de la mitad del recorrido. El andar de Warholm sólo pareció tener alguna pausa a la altura de la novena valla -allí Benjamin se acercaba- pero no había decrecido. Estalló en un grito al contemplar el marcador con la fabulosa marca que había implantado.
Recordemos que, hasta hace pocas semanas, el récord mundial era de 46s.78 en poder del estadounidense Kevin Young desde los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Se trataba del más antiguo entre todos los récords masculinos en pruebas de pista, casi tres décadas intocable. Recién en los últimos tiempos, con la aparición del trío formado por Warholm, Benjamin y el qatarí Abderramah Samba, se insinuó la posibilidad de terminar con el reinado de Young quien, a su vez, había batido el tope del más grande especialista de la historia, Edwin Moses (un trono que ahora Warholm podrá reclamarle).
Finalmente fue el noruego, un atleta que en sus tiempos de junior se dedicaba a las pruebas combinadas, quien se dio el gusto de quebrar el récord de Young ante su propio público, el mes pasado.
Ahora, la fecha del martes 3 de agosto del 2021 quedará definitivamente marcada en la historia del atletismo por las hazañas de estos hombres. Kyron McMaster, de Islas Vírgenes, ocupó el 4° puesto con 47s.08 y Samba no pudo seguir el ritmo de los candidatos, terminando quinto con 47s.12 Cerraron las posiciones Copello (Turquía) coin 47s81, Rasmus Magi (Estonia) con 48s11 y el italiano Alessandro Sibilio con 48s77.
Nacido el 3 de junio de 2000, después de haber sufrido un duro accidente infantil -quemadura cuyas huellas aún se ven en su frente- Alison Brendom Alves dos Santos emerge como uno de los mayores talentos que jamás haya conocido el atletismo de Brasil y nuestra región. Ya en 2019, y todavía militando en la categoría junior, fue medalla de oro en los Panamericanos de Lima (y también en el de su categoría). Y cerró esa temporada sorprendiendo al acceder a la final del Mundial de Doha, en la cual Warholm se adjudicaba su segundo título consecutivo, tras el logrado en Londres 2017. La pandemia frenó a casi todos, ausencias de competencia en el 2020 prácticamente total. Pero Alison, después de un ciclo de entrenamientos en Chula Vista, California, ingresó a los torneos en completa evolución: se apoderó del récord sudamericano con 47s68 el 9 de mayo en Walnut, durante los MOunt SAC Relays. El 28 del mismo mes, en la etapa de Doha por la Diamond League, llevó la marca a 47s57. Y a principios de julio participó en el meeting de Oslo, el mismo en el que Warholm batió el récord del mundo, lo escoltó con 47s38 para fijar por tercera vez consecutiva el tope sudamericano. Volvió a mejorarlo con 47s34 a los tres días, en Estocolmo. En la semifinal olímpica llegó a 47s31 y ahora, a estos 46s.72, directamente increíbles. Como las actuaciones de Warholm y Benjamin, algo que quedará por siempre en la historia grande del atletismo mundial.
El martes 3 de agosto del 2021, que había marcado la histórica carrera de los 400 metros con vallas, también cerró muy bien para el atletismo de Brasil cuando Thiago Braz da Silva, reafirmando su notable condición competitiva y su categoría de grande, obtuvo la medalla de bronce del salto con garrocha al pasar la varilla a 5.87 metros, su mejor registro de los últimos tiempos. El título fue para el nuevo fenómeno de la especialidad, el sueco Armand Duplantis, quien logró 6.02 m. con total solvencia y luego -sobre los 6.19- intentó batir su propio récord mundial, que esta vez fue inaccesible. La medalla de plata correspondió al estadounidense Christopher Nilsen con 5.97 m.
Thiago Braz había alcanzado la gloria olímpica en Río 2016, cuando consiguió la medalla dorada y el récord sudamericano de 6.03 m. Ahora reafirmó su condición de primera figura ante una nueva generación de garrochistas. Inició su participación con 5.55, que pasó en primer intento. Necesitó dos en 5.70 y 5.80, pero se colocó entre los líderes y se aseguró la medalla con su primer salto de 5.87. No pudo con los 5.92, que sí consiguieron Duplantis (en primero) y Nilsen (en segundo). Entre estos quedó la lucha por el oro, aunque el sueco era superior y lo reafirmó a lo largo de todo el concurso. Sólo necesitó en primer intento todas sus alturas (5.55, 5.80, 5.92, 5.97 y 6.02).
Hijo de otro destacado garrochista -Greg Duplantis-, fogueado en la Louisiana University de EE.UU. y entrenado por su propia mamá, Duplantis con su calidad y su personalidad es una de las grandes figuras del atletismo contemporáneo.
El atletismo de Brasil disfrutó de esta nueva demostración de calidad de Thiago Braz quien queda así como uno de los pocos valores de la historia de nuestra región que pudo obtener medallas en dos ediciones de los Juegos Olímpicos (los anteriores fueron su compatriota Adhemar Ferreira da Silva 1952-1956, Nelson Prudencio 1968-1972 y Joao Carlos de Oliveira 1976-1980 en salto triple, Joaquim Cruz 1980-1984 en 800 llanos, Robson da Silva 1988-1996 en velocidad y relevos, y EdsonLuciano Ribeiro, quien estuvo tres veces en el podio de los relevos). También lo hicieron la colombiana Caterine Ibarguen y la venezolana Yulimar Rojas en salto triple y el ecuatoriano Jefferson Pérez quien llegó al podio de marcha en 1996 y 2008).
Este 3 de agosto se había iniciado muy bien para Brasil cuando su joven prodigio Alison Brendom Alves dos Santos logró la medalla de bronce en los 400 metros con vallas con 46s.72, batiendo por sexta vez consecutiva el récord sudamericano. Alison quedó tercero en la carrera más grande de la historia, donde tanto el supercampeón Kerstin Warholm (Noruega) como su escolta Benjamin (USA) pulverizaron el récord del mundo con 45s.94 y 46.17 respectivamente, marcas para el asombro.
Y otra positiva noticia para Brasil fue la participación del recordman sudamericano y campeón panamericano de bala Darlan Romani, quien ocupó el segundo puesto en su grupo clasificatorio de lanzamiento de bala con 21.31 m., avanzando a la prueba decisiva, tal como lo hizo cinco años atrás en Río. Esta fase clasificatoria fue encabezada por el estadounidense, recordman mundial y campeón olímpico Ryan Crouser con 22.05 m.
Varias finales más, además de los 400 vallas y el salto con garrocha, animaron esta jornada. Así se proclamó campeona olímpica la alemana Malaika Mihambo en salto en largo al alcanzar justo los 7 metros con su último intento, desbordando a la estadounidense Brittney Reese y a la nigeriana Esa Brume, quienes marcaron 6.97 m. para obtener plata y bronce respectivamente.
Los 200 metros llanos femeninos permitieron que la jamaiquina Elaine Thompson se coronara como la reina absoluta del sprint de estos Juegos, tras su victoria en los 100 llanos. Con un viento de 0,8ms y una superioridad nítida desde la curva, Thompson terminó en 21s.53 y ahora queda como la segunda de la historia en cuánto a marcas, tanto en 100 como 200, sólo precedida por los récords que Florence Griffith-Joyner fijara hace 33 años. Christine Mboma, de Namibia, produjo una gran reacción en los tramos finales para llevarse la medalla de plata con 21s.81, que representa la marca mundial u20, mientras que la estadounidense Gabby Thomas fue tercera con 21s87, postergando a la jamaiquina Shelly Ann-Fraser (21s94), la subcampeona del hectómetro.
Los hombres también estuvieron sobre 200 metros, pero en las primeras rondas. El panameño y recordman sudamericano Alonso Edward, tras marcar 20s.60 en su serie, abandonó en la semifinal. Los brasileños quedaron en el turno inicial (Aldemir Gomes con 20s84, Jorge Henrique da Costa Vides con 20s94 y Lucas Conceicao Vilar con 21s31). La mejor producción en semis correspondió al canadiense Andre DeGrasse -bronce olímpico de los 100 llanos- quien fijó un récord para su país de 19s.73. De Grasse y su compatriota Aaron Brown (ganador de la segunda semi con 19s.99) intentarán evitar que los estadounidenses copen el podio, tal como lo habían prometido. El escuadrón USA cuenta con un fenómeno emergente como Erriyon Knigthon, quien viene de batir el récord mundial u18 de Usain Bolt. Este martes, Knightoin se adjudicó la primera semifinal con 20s02 y avanzó a la carrera decisiva al igual que sus compatriotas Kenneth Bednarek (escolta de Grasse en su semi con 19.83) y el campeón mundial Noah Lyles (marcó 19.99, detrás de Brown y el liberiano Joseph Fanbulleh).
También se disputó la final femenina de los 800 metros llanos y fue copada por las juveniles: la estadounidense Athing Mu con medalla de oro en 1m55s21 -récord de su país- y la británica Keely Hodkinson con 1m55s88. El bronce fue para Raevyn Rodgers (EE.UU.) con 1m.56s.81.
El lanzamiento del martillo para damas le deparó su tercer oro consecutivo a la mejor especialista del historial de la prueba y poseedora del récord mundial, la polaca Anita Wlodarczyk, quien marcó 78.48 m. Otra experimentada lanzadora como la china Zheng Wang fue su escolta con 77.03 y Polonia disfrutó de otro sitio en el podio con Malwina Kopron, tercera con 75.49. La estadounidense DeAnna Price, que se anticipaba como gran rival, terminó lejos, octava con 73.09.
Entre los sudamericanos que pudieron seguir adelante en otros turnos clasificatorios hay que mencionar a la guyanesa Aliyah Abrams, quien consiguió su mejor marca de la temporada en los 400 metros llanos con 51s44 y llegó a semifinales. También lo hicieron los vallistas brasileños Rafael Henrique Campos Pereira y Gabriel Oliveira Constantino, con 13s.46 y 13s.55 respectivamente sobre 110 metros.