TENDRÁ LUGAR EN EL PARQUE OLÍMPICO DE LA JUVENTUD
(Prensa BuenosAires2018)
A la lucha se la reconoce como el deporte de competición más antiguo del mundo. De hecho, se han encontrado pinturas rupestres de luchadores cuya fecha se remonta al año 3000 a. C. El deporte se introdujo en los antiguos Juegos Olímpicos en el año 708 a.
En la lucha grecorromana, los luchadores solo utilizan los brazos y la parte superior del cuerpo para atacar, y solo pueden coger esas mismas partes de sus oponentes. Cuando se reanudaron los Juegos Olímpicos modernos en Atenas en 1896, la lucha se convirtió en el centro de atención de los Juegos. Esto fue así porque los organizadores la creyeron importante a nivel histórico; de hecho, a la lucha grecorromana se la consideró la pura reencarnación de la antigua lucha griega y romana.
En 1904, los funcionarios olímpicos agregaron la lucha libre, comúnmente conocida como “lucha como luchar puedas”, al programa. Este estilo no hizo historia de la misma manera ni con la misma tradición que la lucha grecorromana, pero tuvo gran popularidad: como su nombre lo indica, el estilo libre es una forma mucho más abierta en la que los luchadores también utilizan las piernas y pueden coger a los oponentes por encima o por debajo de la cintura.
Los Juegos de 1900 fueron los únicos en los que la lucha no se presentó de modo alguno. A partir de los Juegos Olímpicos de 1908 en Londres, la lucha grecorromana siempre se ha incluido en el programa. Desde los Juegos de Amberes 1920, ha habido competiciones de estilo libre y lucha grecorromana.