El entrenador de Once Unidos e integrante de la Selección Argentina de Natación, habló sobre la vuelta a los entrenamientos y el maltrato que reciben algunos deportistas en redes.
(Gentileza: Rodrigo Divito «Marca Deportiva»)
Los deportistas que están en condiciones de clasificarse a un Juego Olímpico, ya están entrenando en Mar del Plata. Cada uno con las realidades de su deporte a cuestas, pero sabiendo que deben reiniciar el camino que ya estaban emprendiendo y a punto de finalizar.
En el caso de la natación, hay 6 deportistas en la ciudad que están entrenando en el Polideportivo Municipal de Colinas de la mano de tres entrenadores, entre ellos Federico Diez Andersen que habló en Marca Deportiva Radio (FM 99.9): «todos estamos sujetos a instancias clasificatorias porque se abre un período selectivo. En el caso de la Natación era el Sudamericano y luego un Nacional, que tendría que ser por estos días». Pero todo esto ha quedado postergado por el momento.
Llegar al punto del regreso a los entrenamientos no fue sencillo y el entrenador destacó los pasos que se fueron cumplimentando: «volver fue el fruto de una enorme gestión en la que participó el EMDER en relación con Horacio Taccone y Luciano Mignini. La CADDA tuvo que fiscalizar cada uno de los deportistas que estaba en condiciones de volver y la Secretaría de Deportes tuvo que hacer lo mismo. Es mucho trabajo burocrático sumado al protocolo. Tuvimos que hacer grupos para poder entrenar a pesar de que somos 5 nadadores y 3 entrenadores. Ahora estamos volviendo a conectarnos».
Ahora tienen que volver a empezar, literalmente, porque hay mucho por hacer: «perdimos todo. Aspectos técnicos, cuestiones fisiológicas, fuerza, potencia, el hábito, la continuidad. Ahora es volver a empezar, pero el cuerpo de los deportistas tiene memoria y con el correr de los minutos, los chicos se van soltando«.
LA POCA EXPOSICIÓN
El regreso tuvo un aspecto soslayado: había que hacerlo discretamente en un marco de mucha susceptibilidad social: «los deportistas tienen una enorme conciencia social, son de la escuela del trabajo diario, nada viene regalado. En su mayoría son chicos jóvenes, desde la empatía eso hay que entenderlo. No es lo mismo exigirle algo a una persona de 50 años o a un político de lo que se debe pedir a un deportista», aclaró Diez Andersen.
Estos momentos de incertidumbre no fueron sencillos, como para todos, pero empiezan a perder además su sustento de vida: «a medida que pierden el nivel de entrenamiento, empieza el miedo a recuperarlo. Cuando los resultados no acompañan, la Selección Argentina desaparece, la beca también, el sueño deportivo se empieza a desvanecer y aparecen circunstancias psicológicas particulares. Eso lo transitan sólos, porque la opinión pública los juzga y no está luego para sostenerlos», destacó.
El maltrato en redes hacia los deportistas que volvieron a entrenar están a la orden del día, como en otros momentos de la vida, pero esta vez eligieron ser discretos. Aunque diera bronca: «los chicos cuando volvieron a entrenar estaban muy contentos porque ellos viven de eso, lo necesitan para seguir viviendo. Me dolió un poco ver como la gente condenó el retorno del surf profesional, siendo yo surfista amateur. El objetivo es avanzar todos sin hacer retroceder a nadie», definió Diez Andersen.