(Por Luciana Mazzaferri para Noti-Amateur y «Deporte Argentino Plus»; @deporteargplus ; @Luchymazzaferri ; foto: Diario El Litoral)

Sebastián Crismanich tomó la decisión de retirarse del taekwondo a nivel competitivo. El campeón olímpico en Londres 2012 sufrió varias lesiones, entre ellas la fractura de tibia y peroné en el 2015,  lo que le dificultó llegar en óptimas condiciones para obtener su pasaje para Río 2016 en el Preolímpico disputado en Aguascalientes, México en marzo de este año. Pero a pesar de no estar presente en los Juegos Olímpicos del mes de agosto, Crismanich fue designado por el Comité Olímpico Argentino para ser el deportista que porte la llama olímpica en el recorrido del 10 de julio en Florianópolis.

El correntino dialogó con Noti-Amateur y Deporte Argentino Plus y comentó cómo fue la decisión del retiro de su actividad y también contó todo lo que le dejó el Taekwondo, no sólo logros deportivos sino también enseñanzas para su vida personal.

-La primera vez que se me cruzó por la cabeza el retiro fue el día 14 de marzo del 2015 cuando sufrí la fractura de tibia y peroné en México. Ahí sabía lo que estaba sucediendo, la verdad que le pedía a Dios despertarme y que solo haya sido un mal sueño. No solo pensaba que esto me dejaba afuera de un Juego Olímpico sino también del Tatami, que fue lo que se me cruzó por la mente en ese momento.

-La verdad es que no podía irme sin haber peleado esa chance. No podía dejarme vencer por lo que se decía o se creía, al menos mi conciencia tenía que estar tranquila de que iba a dar todo para que no sea como lo había pensado en el primer momento de la lesión. Así que se trabajó durísimo, nunca en mi grupo se puso tanto énfasis de salir adelante con este proceso de la lesión.  Creo que la hemos vencido y eso está en la medalla de bronce que gané en el Preolímpico,  más allá de no haber podido conseguir el objetivo de haber clasificado a Río.

–Teniendo en cuenta todo lo duro de este proceso, tengo que admitir que  mi cuerpo está dañado. Esto es lo que hace que yo no me pueda ver entrenando en el alto rendimiento, porque me lesiono cada dos por tres. Tengo bloqueadas las articulaciones  y el no poder desarrollarme en los entrenamientos hace que mi rendimiento sea menor. Creo que mi país no merece que lo represente mal, no porque no quiera sino por que no puedo por motivo de las lesiones.

-El deporte me ha dejado todo lo que soy, me ha formado de la manera que soy.  De hecho siempre anhelé ser así. Cuando era chico tenía mucha falta de personalidad, era muy introvertido, no tenía confianza en mí mismo y son cosas que me dolían. Creo que el taekwondo me formó a nivel persona, me hizo ser la persona que soy y me hizo encontrar en mi vida la foto que siempre busqué, que es la de estar arriba de un podio olímpico y poder sentirme orgulloso de mí mismo y que también mi familia lo esté. De esta manera quiero inspirar a muchos chicos,  eso es lo que siempre soñé.

-El taekwondo me ha dado tanto que me cuesta enumerar todo. He conocido tantos lugares culturas, he hecho amistades, conocí personas lindas y otras no tanto pero aprendí de ellas. He cosechado amigos y compañeros de  todas partes del mundo, ellos tienen mucho respeto, cariño y admiración para mí,  como yo lo tengo para ellos. Me hacen sentir que soy una persona rica por dentro y eso es eterno, dura para toda la vida. No porque se haya terminado el Sebastian como atleta se tiene que terminar el Sebastian como persona.

-Hubieron muchas personas que me fueron marcando a lo largo del camino. Sobre todo mi hermano Mauro, con el ejemplo me marcó mucho. Cuando veía cumplir a mi hermano sus sueños, y los objetivos que nos proponíamos yo decía: «tengo tres años menos que mi hermano, estoy seguro y convencido que voy a lograr lo que él se propone y mucho más porque tengo su experiencia y su apoyo». Él me iba allanando siempre el camino y me decía por dónde tenía que ir. Mi familia siempre me acompañó. Mi papá siempre me enseñó que yo podía, me empujaba cuando no me animaba a tirarme en la caída. Mi mamá fue la primera persona a la que le dije que quería ser campeón olímpico cuando sea grande, en ese momento yo tenía 8 años y ella me dijo que lo iba a lograr. También me dijo que iba a lograr todo lo que me propusiera en la vida porque lo hacía con pasión y esfuerzo. Ella es la persona que me dio la confianza para que ese sueño se cumpla.

-La verdad que voy a seguir conectado con el taekwondo porque es mi pasión y mi vida, es el 90% de mi vida.  La verdad siento que de una manera u otra voy a seguir ayudando y aportando para que muchos otros puedan lograr sus objetivos y sueños, que  transiten por la vida como hice yo. Voy a seguir aportando todo mi apoyo para lo que necesiten las entidades de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Argentino y la Asociación de Atletas Argentinos Olímpicos a la cuales pertenezco.

-Por un lado tengo mucha nostalgia, no voy a negar que se me hace un nudo en la garganta y que me brillan los ojos, pero en mi familia encuentro mucho de mi lugar. Como papá vivo una etapa hermosa y es una aventura total todo el tiempo. Realmente es algo muy bonito y parece que me llegó en un tiempo oportuno y hace que no padezca tanto este retiro.

-Como siempre intento dejar un mensaje. Mi consejo es que tengan un sueño, hay que soñar y en grande, no hay que soñar en pequeño. De hecho van a ser mejores atletas si sueñan en grande y eso lo transforman en un objetivo. Estoy seguro que con confianza, dedicación, esfuerzo y con pasión uno va a estar más cerca de ese objetivo. Hay que persistir y esperar la oportunidad.