Daniel Poggi, DT de la selección masculina y coordinador de selecciones nacionales, analiza el camino que transita este deporte con el sueño de acercarse a las potencias.
(Fuente: Argentina.gob.ar; foto: Enard)
Hubo un tiempo en que el waterpolo argentino era un deporte de elite a nivel mundial. La medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 1951 y otros podios, participaciones olímpicas, giras europeas con buenos resultados, la jerarquía de Osvaldo “Pacha” Codaro en Roma 1960, elegido entre los siete mejores jugadores del mundo; son algunos ejemplos. Hoy, en pleno resurgimiento, Daniel Poggi -DT de la Selección masculina y coordinador de selecciones nacionales- afirma: “El primer objetivo es ser podio a nivel Panamericano, el triunfo ante Cuba en Lima 2019 es una muestra de que podemos lograrlo”.
Y Poggi cuenta más motivos: “A partir del trabajo de la Confederación en conjunto con el apoyo del Estado, sumado a la creación de la liga nacional, la profesionalización de algunos entrenadores y la calidad de nuestros jugadores que cada vez participan más en las ligas europeas, podemos soñar con volver a instalarnos entre las potencias como ocurrió entre los años ‘50 y ‘60. Desde hace más de 10 años estamos avanzando por el camino correcto”.
“La Confederación y el ENARD (Entre Nacional de Alto Rendimiento Deportivo conformado por la Secretaría de Deportes de la Nación y el COA) en conjunto con los clubes nos están permitiendo crecer en el país. La aparición del ENARD fue fantástica porque hay planificación con contenido a corto, mediano y largo plazo para ir en busca de nuestro objetivo”, expresa el DT.
A la hora de analizar la actualidad de la Argentina en el contexto internacional, el entrenador afirma: “El waterpolo europeo domina el concierto mundial. Hungría, Croacia, Serbia, Grecia, Italia, España, Francia, Alemania, Rusia y Kazajistán son las grandes potencias. En América, Estados Unidos y Canadá; y luego viene Brasil. Nosotros queremos ser competitivos en ese nivel, el año pasado con el seleccionado masculino quedamos quintos en la Copa Intercontinental, en Australia; un torneo que lo usamos para prepararnos para Lima 2019 y le hemos ganado a equipos que antes nos vencían por varios goles, como a Sudáfrica, Nueva Zelanda y China”.
Y sobre este momento de pandemia, Poggi resume: ”Estamos felices de haber vuelto a los entrenamientos, con un buen protocolo, en grupos reducidos y respetando las muchas medidas de seguridad. Estamos entrenando en el CENARD con dos jugadores por andarivel en cada turno, seis en la pileta olímpica, más los que entrenan en el ‘foso’ (pileta de saltos). Y armamos circuitos de técnica, lanzamiento y preparación física en el agua. Estamos entrenando con los del Sudamericano que íbamos a jugar en marzo y los Juniors que teníamos en carpeta para el Panamericano. Y también con los chicos categoría 2002, que entrenaban para el Mundial. El jugador argentino está en permanente crecimiento y estamos muy orgullosos de eso”.