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YOG BA 2018: LA LLAMA DE BUENOS AIRES LLEGO A SU FIN

La tercera edición de los Juegos de la Juventud ha llegado a su fin. Por casi dos semanas el futuro del deporte ha sido iluminado por la luz del pebetero olímpico que ha inspirado a cientos de generaciones para llegar a lo más alto. Y ha hecho algo más: Buenos Aires 2018 nos ha mostrado el futuro.





Por Ezequiel P. Pernica (Agencia Veiem 360) para Deporte Argentino Plus; Foto: COA




El ocaso llega en el Parque Olímpico de Villa Soldati en el sudoeste de la ciudad de Buenos Aires. El sol se esconde detrás de la vieja torre del antiguo Parque de la Ciudad, uno de los más populares centros de entretenimiento de la capital porteña junto con el Ital Park. Ha llegado el momento, la flama que viajó desde Atenas para alimentar el espíritu olímpico debe extinguirse. Y eso solo indica una cosa: Los Juegos de la Juventud Buenos Aires 2018 han llegado a su fin. Y por casi dos semanas, esa llama iluminó a toda una generación de deportistas que conquistaron sus sueños y lucharán por estar en Tokio 2020.



Unos Juegos Olímpicos de la juventud que han sorprendido a propios y extraños, sobre todo a los propios, ya que muchos argentinos creían poco posible estar a la altura de semejante evento y más aún de brindar una infraestructura reutilizable y redituable, como finalmente ocurrió.



El presidente del Comité Organizador, Gerardo Werthein, expresó que  «esto es producto de la unión, de respetar un proyecto y trabajar sin descanso. Tengo que agradecerle a mucha gente. Todos han dado una demostración de que somos capaces de lograr cosas increíbles”. Buenos Aires 2018 va a perdurar en el tiempo, aseguraron tanto él como el presidente del COI, Thomas Bach.



¿Quién sabe? Quizás la llama olímpica iluminó el verdadero potencial de una patria disminuida debido a sus crisis políticas, económicas y sociales y terminó por enseñar a los argentinos el verdadero potencial a través de sus más jóvenes atletas. Los mismos que han demostrado que hay futuro. ¿Y por qué no? Quizá la llama decida volver.



La llama hoy se extingue en Buenos Aires para pasar la posta a su sucesora Dakar 2022 en Senegal, pero antes, la llama volverá a viajar a oriente con destino a Tokio 2020, en donde esperaremos ver a muchos de los jóvenes que han sabido brillar en la capital argentina gracias a la guía de esa llama olímpica, mística y ancestral.