EN SU ESTUDIO DE BELGRANO
(Producción Deporte Argentino Plus)
En el deporte muchas veces se hacen comparaciones con el arte y viceversa. Desde frases como «creativo como Da Vinci» o «un Picasso para ésto» a otras similares «es Maradona pintando», muestran que hay vinculaciones entre una y otra. Justamente la destacada artista argentina Paula Rivero expresa en sus obras esa creatividad y la visión multifacética que unen al arte y la deporte.
En su taller de la zona de Belgrano, compartimos con Paula algunas de sus clases y una cálida charla en la que cuenta sus comienzos y los caminos que la llevaron a ser actualmente una «CREADORA DE ARTE».
Nacida el 2 de febrero de 1973 en la provincia de Buenos Aires, Paula Rivero vivió la mayor parte de su infancia en el exterior. A pesar que, en su momento, le costó despegarse de afectos y costumbres, hoy agradece la experiencia porque le dio una perspectiva más amplia.
Su arte es multidisciplinario porque no solo trabaja la pintura sino también la escultura, el dibujo, la acuarela, el grabado y la cerámica. Utiliza el corsé como símbolo para representar a la mujer desde la libertad y el empoderamiento.
Su vocación se despertó a los 13 años en Uruguay ayudada por una maestra que dejaba crear a los alumnos. Años más tarde descubrió su pasión por los abstracto pintando una torre de quesos en lienzo con distintos colores.
Paula cree que el arte y el deporte están relacionados desde el punto de vista de nivelar la sensibilidad en el cambio del ritmo del juego y en la visualización de las metas para poder crear. Sostiene que “en una obra de arte uno tiene que tener muy claro hacia dónde va”.
Cuando terminó la etapa del colegio secundario, empezó con la carrera de diseño gráfico en México y. al regresar a Buenos Aires, se dedicó de lleno a Bellas Artes.
En su taller buscar romper los conceptos y que sus alumnos aprendan a confiar en sí mismos y afirma que su sueño es poder volar y lograr expresarlo.