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Notas: REPORTAJE A CAMILA ARGÜELLES, INTEGRANTE DE LA SELECCIÓN ARGENTINA DE TENIS DE MESA

REPORTAJE RADIAL

(Gentileza: programa de radio «Deportivamente», cronista: Vanesa Insinga para «Deporte Argentino Plus»; foto: La Izquierda Diario @marceloscoppa) 

En el programa de radio «Deportivamente» que se emitió por MG Radio el día domingo 20 de diciembre de 2020, habló Camila Argüelles, integrante de la Selección Nacional de Tenis de Mesa y militante social que está radicada en Francia y nos  habló de su actualidad y sus pensamientos. Aquí la entrevista. 

 

¿Cómo viviste y cómo estás viviendo esta pandemia, en Francia, con el primer brote y ahora una segunda ola de contagios?

La verdad que este segundo confinamiento es mucho más flexible que el primero. A nosotros nos dejaron entrenar, yo entreno en un centro de alto rendimiento y nos dieron la autorización, así que a mi no me cambió mucho la rutina, por suerte, porque un segundo parate como el que vivimos en marzo, abril y mayo hubiera sido bastante difícil. Pero en realidad, a mi no me cambió tanto porque sigo con mi rutina de entrenamiento de siempre, lo único es que no nos podemos juntar, necesitamos llenar una autorización para salir a hacer compras, pero está todo mucho más abierto que en marzo. 

¿Cómo viviste esta semana particularmente en la que se logró la media sanción a favor de la despenalización del aborto? ¿Hubo alguna movilización en París? 

Si, hubo un pañuelazo en el que no pude participar. Yo participo de una Asociación de Argentinos en Francia y habíamos organizado una charla por el día de los Derechos Humanos para pedir la liberación de Milagros Sala, así que estuve ocupada con la actividad. Pero se realizó un pañuelazo con una agrupación feminista latinoamericana que funciona acá, de hecho hay fotos muy lindas del pañuelazo. Yo personalmente lo viví en medio de un entrenamiento, porque acá cuando se votó eran las 10.30 de la mañana. Yo estaba ese día jugando un partido, así que estaba entre los partidos mirando el celular y casi me retan porque no estaba muy metida en el entrenamiento. En un momento me llamaron para jugar y justo les pedí por favor que me dejaran un segundo, mire el resultado y corrí a jugar.

Tu historia familiar es muy particular, ¿querés contarnos cómo fue que una argentina nació en Francia en 1990? 

Mis viejos tienen una historia muy ligada a la historia del país. Mi mamá en los 70’ era militante del peronismo de base con el esposo de entonces. Tenía una hija, nacida en el 71’, maría laura y estaba embarazada de Silvina, mi segunda hermana, en el 74’, cuando cayó presa. Al esposo, padre de mis hermanas, lo desaparecieron y lo asesinaron. Sus restos, por suerte, fueron identificados en el 94’ y ella estuvo presa entre el 74’ y 81’. Parió en la cárcel en el 75’ antes del golpe, por suerte, a mi hermana la declararon, porque todavía no había empezado el plan sistemático de robo de bebés. En el 81’ la expulsan del país, consigue una visa para irse a Francia. Llegó sin nada pero con varios exiliados esperándola porque había una comunidad bastante organizada acá, que se movilizaban. Todos los jueves hacían una ronda para pedir por los desaparecidos en la puerta de la embajada de París. Al año llegan mis hermanas.

La historia de mi papá también está ligada a la política. Él era corredor de autos. Corría en F3 en Inglaterra, le iba muy bien porque había conseguido sponsors para la temporada 82-83 para probarse en F1, así que estaba ahí de llegar a la máxima categoría. En abril del 82’, él hacía radio para ganarse el mango y además le gustaba, transmitía las carreras por el programa Carburando. Ahí se expresó en contra de la guerra de Malvinas, lo cual le cortó la carrera porque el gobierno Britanico le congeló la cuenta del banco y lo expulsó del país. Llegó a Francia sin nada, con todos los sueños rotos, para ganarse la vida empezó a tocar la guitarra y a cantar el el subte de París. Ahí conoció a mi mamá y después se volvieron a ver en las movilizaciones. 

Tu vida no es solo deporte, estás empapada de estudio, militancia feminista y política. En ese marco ¿qué opinas de que los y las deportistas se pronuncien políticamente? Existe cierto rechazo por parte de lxs dirigentes tal vez hacia los y las que lo hacen.

Yo siempre me sentí muy argentina porque crecí en un hogar que mantuvo todas las tradiciones que tenemos nosotros. Siempre se habló castellano y después las cosas más básicas. Ellos cantan, así que hay mucho tango y folklore. En mi casa somos muy materos y a nivel de la cocina también. En los 90’ ellos tuvieron un restaurante de cocina latinoamericana así que siempre comíamos bastantes platos de allá. Siempre mantuvimos mucho contacto con la comunidad argentina porque nunca dejaron de militar. Siempre apoyaron los procesos democráticos y los juicios en los años 2000 cuando Nestor volvió a abrir los juicios a los genocidas. Siempre mantuvimos un vínculo muy fuerte con la actualidad del país y eso a uno le da una identidad casi como si estuviera viviendo allá. 

En base a esto que nos contabas, podemos deducir que tu vida no solo es deporte si no que además estás empapada en estudio de militancia feminista, militancia política, ¿qué opinas qué los deportistas se expresen políticamente?

Siempre es un poquito complicado incluso criticar a un organismo que de alguna manera te da de comer. Las consecuencias pueden ser muy graves, tenemos el claro ejemplo de Maradona que pagó por siempre pronunciarse y denunciar lo que a él le parecía injusto. Pero me parece es importante, porque la política rige nuestras vidas y no podemos hacer cómo si no pasara nada o incluso, si queremos que la situación de los deportistas mejoren o la situación del deporte en general, de todo el deporte, hay que reclamar. Si uno se calla no llegan los reclamos y es muy difícil que cambien las cosas. Los atletas de alto rendimiento cómo tienen una exposición más grande, es una forma de hacer llegar más rápido algunas voces.

Continuando con la militancia, ¿cómo se te ocurrió organizar un pañuelazo verde en Lima 2019 y que terminó siendo un puntapié inicial para la creación de Deportistas Argentinas?

Yo veía que había muchas movilizaciones y viendo que faltaba la voz de las deportistas, porque las deportistas nos embarazamos, podemos ser madres o no, podemos abortar. Es un tema muy importante, porque la carrera deportiva es muy corta y muchas veces, de por si en el deporte mal llamado amateur, entrenas lo mismo que un futbolista que gana millones, el esfuerzo y la dedicación es la misma, es difícil a veces vivir, entonces ya tenes que combinar con un trabajo, con el estudio y si encima quedas embarazada y no podes decidir si seguís o no con el embarazo es un problema. Por eso, viendo cómo se habían organizado las actrices argentinas, se me ocurrió. Al final no lo pudimos hacer porque yo viviendo en Francia tenía muy pocos contactos de deportistas feministas no lo pude hacer en Lima, pero cuando volvimos organizamos un pañuelazo en la puerta del Cenard. 

Yendo estrictamente a lo deportivo, ¿cómo terminaste en el tenis de mesa? ¿hacías otros deportes antes?

Yo practique varios deportes, de chica un poco de natación pero no me gustó mucho. Fue de muy chiquita, 3 o 4 años, me habían mandado para aprender porque acá en Francia es muy común, la natación es un deporte básico, todas las escuelas van a natación. Después jugué al tenis 2 años pero mi deporte era gimnasia rítmica, que me gustaba, lo practique entre los 6 y 12 años, pero en el 2000, cuando tenía 10 y terminé la escuela primaria, que me tuvieron que inscribir para empezar el colegio, llegó el tenis de mesa. Forzado, porque no era una opción para mi. El tema fue que acá en Francia se estudian dos idiomas, inglés obligatorio y después tenes que elegir otro. A mi me tocaba un colegio donde tenía la posibilidad de estudiar alemán o castellano, y acá a tres cuadras de mi casa hay un colegio donde podía estudiar italiano, que es el idioma materno de mi mamá. A mi siempre me gustó mucho ese idioma y la posibilidad de estudiar otro idioma, entonces empezaron a ver mis padres como pedir el cambio del sector del colegio, porque no lo podían pedir solo con la motivación de estudiar italiano. A su vez, ese colegio tiene convenio con el Club de Tenis de mes a de la ciudad, así que me metieron ahí para hacer las pruebas. Fui al examen y cuando me preguntaron porque quería entrar, les dije que quería estudiar italiano y no me tomaron porque dudaban de mis motivaciones, con toda la razón del mundo. Así que mi mamá llamó a la directora y le pidió por favor que me metiera porque quería estudiar italiano, y como tenía notas excelentes. Así que fue la directora la que me metió, pasando por arriba al profe de educación física, porque a ella le interesaba más los alumnos que la posible potencial deportista que podía haber detrás de la alumna. En septiembre del 2000 empecé las clases entrenando cuatro veces por semana. Pase de cero a cien, pero a esa edad uno asimila las cosas muy rápido. El primer torneo ascendí de división y bueno, empecé a ganar partidos. También tenía un grupo de amigos, así que me empezó a gustar porque me estaba yendo bien y me sentía bien, pero al principio era cómo ir a una materia más del colegio. 

Tenés un título universitario importante (Biología Celular y Desarrollo) y queríamos saber: ¿cómo fue estudiar en Francia y repartirte estadías entre el viejo continente y Argentina?

Fue bastante intenso, creo que es la palabra justa, porque justo coincidió que empecé a viajar con la selección en el 2013, cuando empecé el doctorado. Así que me tomaba todas las vacaciones que tenía para jugar los torneos. Era muy complicado entrenar porque estaba realizando tareas de investigación, a veces a uno se le complica el experimento. Fue bastante complicado por la falta de entrenamiento. Yo llegaba a los torneos con 24 horas para adaptarme a la diferencia horaria y salir a jugar, con poco entrenamiento. Por suerte me fue bastante bien pero fue complicado. No me arrepiento porque también lo disfruté, a pesar de todo logramos resultados históricos para la selección femenina de tenis de mesa pero necesitaba mucha organización para poder llegar al entrenamiento a la noche, porque entrenaba de 19 a 21 y llegaba al laboratorio a las 8 de la mañana, me levantaba a las 6.30 y a veces no llegaba. Y cuando llegaba después de 10 horas de laburo no estaba en buenas condiciones. Por suerte salió muy bien, me recibí muy bien, sigo a la selección y ahora me estoy dedicando de lleno al tenis de mesa. 

De todos los logros que tuviste en tu carrera deportiva, ¿cuál disfrutaste más y por qué? 

Hay varios pero creo que el que me generó emociones más fuertes fue el Panamericano de Toronto en 2015, que fue mi primer Panamericano. El equipo femenino volvía después de 20 años de no clasificar en un Panamericano en equipo. Era todo muy nuevo para mi, porque no hacía mucho tiempo que estaba en la selección. Cuando desfilamos para la ronda de equipos con las luces, con el escenario muy profesional, muy de Juegos Olímpicos, ahí fue muy muy fuerte. La verdad que fue un recuerdo muy lindo y muy motivador para seguir adelante y hacer todo para clasificar a los Juegos Olímpicos. El otro que me queda grabado fue el segundo torneo que jugué con la selección, que jugamos el mundial y que fue en París, así que mi familia y mis compañeros de laboratorio me fueron a ver. Ahí no me fue bien, pero igual es muy difícil que te vaya bien en un mundial porque el nivel es altísimo, pero fue muy fuerte tener a toda mi familia ahí en la tribuna. 

¿Qué tiene que suceder para que te veamos en Tokio 2021?

El preolímpico se tenía que jugar en abril, que por razones que ya conocemos se suspendió, está reprogramado para abril del 2021. Se juega en Rosario, hay tres cupos de femenino y uno de doble mixto, que estaré jugando con Horacio Sifuentes, así que tengo dos chances de clasificar a Tokio.