Argentina superó a Italia por 3 a 0, gracias a los goles de Lautaro Martínez, Ángel Di María y Ángel Di María, que le dieron el título de la Finalissima en un estadio de Wembley que presentó una puesta en escena fantástica con casi 90.000 personas. El equipo de Lionel Scaloni se impuso en una nueva final y prolongó su invicto a 32 partidos sin conocer la derrota.

Por Matías Sartori | (Corresponsal Sport Press Agency) para «Deporte Argentino Plus»; datos y estadísticas: Producción DAP

LONDRES. Wembley se tiñó de albiceleste para recibir a la Finalissima entre Argentina e Italia. Los dos campeones continentales buscaban levantar un nuevo trofeo en un partido que desde el comienzo se presentó muy igualado y, con el paso de los minutos, se inclinó a favor de la campeona de América.

La primera ocasión sería para Argentina, con un tiro libre provocado y ejecutado por Messi, que se estrellaba en la barrera. El equipo de Scaloni intentó generar peligro por la banda derecha gracias a la buena conexión entre Nahuel Molina y Ángel Di María. Italia respondió con buen disparo de Giacomo Raspadori que detuvo Emiliano Martínez. Acto seguido, Nicolo Barella comenzaría a recuperar el dominio del mediocampo con transiciones que parecían acelerar el ritmo de su equipo.

Argentina insitió por la banda derecha con un Di María cada vez más participativo. Italia sembró el pánico con un pase en profundidad que Federico Bernardeschi no pudo aprovechar, gracias al despeje de Cristian Romero desde el corazón del área. Belotti, en la siguiente jugada, probó suerte con un cabezazo que terminó en las manos del Dibu Martínez. Italia crecía en confianza y adelantaba sus líneas logrando así un tiro libro en las puertas del área que le costó la tarjeta amarilla a Nicolás Otamendi. Raspadori envió su disparo a la barrea provocando así el segundo córner para el equipo de Mancini, que no prosperó en su ejecución.

La Azzurra mordía y Argentina buscaba con paciencia encontrar nuevamente su juego. Así apareció un disparo lejano de Messi que volvía a enloquecer a un Wembley teñido de celeste y blanco. Una buena triangulación entre De Paul y Di María permitió a Messi poner a prueba nuevamente a Donnarumma. La tercera, finalmente, fue la vencida para el capitán argentino que realizó un buen desborde para servir en bandeja el gol a Lautaro Martínez, que empujó el esférico con el arco a su merced.

La campeona de la Eurocopa reaccionó con un disparo lejano que, nuevamente, Martínez desviaba. El partido se enfriaba después de una jugada que terminó con el ‘10’ argentino en el césped y, cuando parecía finalizar el primer tiempo con la ventaja mínima, Lautaro Martínez dibujó una asistencia milimétrica para que Di María, como en su última final ante Brasil, definiera por encima del arquero italiano.

En la segunda parte, Argentina salió con la misma intensidad. Lejos de conformarse, el equipo de Scaloni buscó el tercer gol desde los primeros compases del complemento ante una Italia que también quería imponer su juego e intentar la remontada. A pesar de las intenciones de ambas selecciones, ninguna pudo profundizar en el área rival. Solamente una desafortunada jugada en el área italiana ponía en aprietos a Donnarumma que tuvo que despejar con sus pies tras una pase comprometido.

Manuel Locatelli, con un tiro que se desviaba en la defensa, protagonizaba la única acción de su equipo. Respondió Argentina con rápido contragolpe que finalizó con una peligrosa definición de Di María en la que Donnarumma despejó con destreza. Sería el propio Di María, con una fuerte volea, el encargado de conectar una pelota procedente de un córner que acabó con otra buena intervención del guardameta del PSG. La Scaloneta crecía en juego, confianza e intensidad. Y prueba de ello fue un desborde de Messi que terminó con un pase al área chica que ni Lautaro Martínez ni Giovani Lo Celso pudieron empujar a la red. La motivación argentina impulsaba a un inspirado Messi que robó una pelota cerca de su área, firmó una carrera de 50 70 metros y definió a las manos de su compañero de club bajo los palos. El capitán argentino protagonizó una tercera jugada de peligro consecutiva con un remate sin fuerza que controló Donnarumma sin esfuerzo. En un abrir y cerrar de ojos, el rosarino volvió a poner a prueba los reflejos del arquero italiano que se transformó en la figura de su equipo. Un tiro de la ‘Pulga’ ratificaba el recital futbolístico que ofrecía el tridente ofensivo de la selección argentina.

Los minutos pasaban y los cambios en ambos equipos rompieron el ritmo que, en los minutos finales, volvió a acelerarse con Julián Álvarez como referente delantero y Paulo Dybala con volante ofensivo. El cordobés aprovechó la primera ocasión que tuvo para sentenciar el partido y poner el broche de oro a otra noche soñada. 

Argentina levantó al cielo de Wembley un nuevo título ante un rival de nivel que dejó evidencias del gran presente que atraviesa un equipo que continúa imparable.

(FOTO: UEFA)

SÍNTESIS

ARGENTINA: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Guido Rodríguez, Giovani Lo Celso; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Ángel Di María. DT: Lionel Scaloni.

ITALIA: Gianluigi Donnarumma, Giovanni Di Lorenzo, Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini, Emerson, Matteo Pessina, Jorginho, Nicolò Barella, Federico Bernardeschi, Andrea Belotti y Giacomo Raspadori DT: Roberto Mancini.

GOLES

Primer tiempo:

28′ Lautaro Martínez, 1-0

46′ Ángel Di María, 2-0

Segundo tiempo:

94′ Paulo Dybala, 3-0

Árbitro: Piero Maza (Chile)

Estadio: Wembley (Londres)