La Selección Argentina le ganó por la mínima a Paraguay pero volvió a dejar dudas en el estadio Mané Garrincha de Brasilia. Con menos de 72 horas de descanso con respecto al útimo partido, y con seis cambios, los de Scaloni se impusieron con un gol a los 9′ de Alejandro «Papu» Gómez.
Por Ezequiel P. Pernica (Agencia VEIEM 360) para DAP | Argentina gana pero no convence. Las ráfagas de buen fútbol alcanzan para ganar en breves lapsos pero el buen nivel languidece en la gran mayoría del tiempo. Argentina golpea primero a sus rivales y golpea fuerte, sin embargo, ni Uruguay ni Paraguay, generaron tanto peligro concreto como para peligrar el resultado. La Selección de Scaloni goza de un fútbol de alto vuelo, pero en momentos muy cortos. Y cada vez son menos.
En el partido contra Paraguay, una genialidad entre Messi, Di María y el Papu Gómez, alcanzó para decretar el triunfo de la albiceleste. Se mostró un equipo cansado debido a la insólita agenda de esta ridícula Copa América y eso se notó en el campo, ya que habían jugado contra los charrúas hacía menos de 72 horas. Messi insistió en jugar el partido y apenas se le vio activo en los primeros minutos. Llegó al final de los 90′ casi sin fuerzas para ejecutar un tiro libre.
Argentina tuvo la razón de su triunfo en Di María, el Papu y la solidez defensiva. Ni siquiera Paredes, que volvió al once inicial, estuvo a la altura de su buen nivel durante el ciclo. Agüero regresó a la titularidad pero volvió a mostrar signos de no estar en la misma sintonía. Se nota que todavía no recupera el ritmo futbolístico y eso le costó a la Selección.
Los puntos positivos del ciclo Scaloni han tenido que ver con un buen mediocampo que genere fútbol para Messi, de la mano de De Paul, Lo Celso y Paredes, pero apenas uno pudo estar desde el arranque y fue el peor partido del ciclo para el ex Boca. De Paul ingresó para tener el balón y no pudo ayudar a torcer el rumbo del chato desarrollo. Lo Celso, lesionado, no pudo ver ni siquiera unos minutos.
El segundo aspecto positivo es la presión de los delanteros. Sin Lautaro Martínez, Agüero no poseía el lunes, la intensidad que necesita este equipo. Apenas una jugada clara ras una torpeza de la defensa guaraní que no pudo concretar. No mucho más que eso.
Argentina ganó. Le alcanzó con una ráfaga de buen fútbol. Con una pincelada de genialidad. Pudo haberse ido con un segundo gol al descanso pero el VAR anuló equivocadamente. Ya que decretaron un off side de Messi, pero el capitán argentino no participó de la acción. Paraguay, al igual que los charrúas, no pudieron llevar peligro concreto a la portería que defiende Dibu Martínez.
Ahora le queda una semana para preparar el partido contra Bolivia, ya clasificado a cuartos de final. Siete días para descansar y trabajar los puntos débiles y encontrar una solución al interrogante que aterra a la gran mayoría: ¿Por qué Argentina se apaga poco a poco luego de convertir un gol? Por ahora, alcanza, pero no por mucho. Hay que encontrar soluciones. Y pronto.
