(Prensa CAH; fotos: Gentileza Yan Huckendubler-PAHF)
Las Leonas ratificaron su dominio continental, golearon a Chile en la final por 4 a 1 y se quedaron con el título de la Copa Panamericana. Los goles fueron anotados por Julia Gomes Fantasia, Julieta Jankunas, María José Granatto y Noel Barrionuevo.
Argentina no debió sufrir tanto. Pero después de un primer tiempo en el que no pudo sacar diferencia en el marcador, una ráfaga en el tercer cuarto le permitió lograr la victoria. Y así el equipo dirigido por Agustín Corradini se quedó con el título de la Copa Panamericana para ratificar su hegemonía en el continente.
Las Leonas tuvieron mayor posesión de la pelota y mayor dominio territorial durante la primera mitad de la final. Con presión en el mediocampo dominó a un Chile que fue inteligente para defender su círculo y que trató de jugar a lo ancho, pero que además contó con la extraordinaria actuación de su arquera Schuller, la gran responsable de ese 0-0 con el que terminaron los primeros 30 minutos.
Argentina tuvo en esa primera mitad cuatro corner cortos pero todos fueron muy bien resueltos por la defensa adversaria. O por Schuller, en realidad. En una ocasión con la punta de su botín y en otras dos con el palo, la 1 le impidió el grito al campeón, que apenas sufrió con un desvío de Villalabeitía que Succi alcanzó a desviar con esfuerzo.
En el tercer cuarto se abrió el partido en el marco de un dominio abrumador por parte de las argentinas. Chile no lograba pasar la mitad de la cancha y a los 11 minutos de ese segundo tiempo fue Julia Gomes Fantasia la encargada de emepzar a ponerle justicia al marcador con un corner corto que se desvió en la picadora chilena y que dejó sin chances a Schuller. Apenas unos segundos más tarde Julieta Jankunas ingresó libre de marcas por la derecha, superó a dos rivales y fusiló a la arquera con un tiro directo.
Pareció entonces que todo sería tranquilo para las Leonas, pero dos minutos después un corner corto forzado por Urroz le permitió a Sofía Walbaum descontar. Sin embargo, a los 15, una extraordinaria jugada individual de Fernández Ladra le permitió a María José Granatto ampliar la diferencia otra vez.
Con el 3-1, todo fue más tranquilo. Y fue mucho más calmo cuando al minuto de comenzado el último período Noel Barrionuevo, de penal, puso el 4-1, el resultado definitivo que le permitió a Argentina ratificar su dominio en América.