¡La espera terminó, ya ha comenzado Tokio 2020 de manera oficial! Sin público en las gradas y con una reducida delegación de deportistas, la ceremonia inaugural ha dado inicio a los XXXII Juegos Olímpico. Luego de tantas idas y venidas, especulaciones y suspensiones debido a la pandemia del Covid-19 que azota al mundo desde finales de 2019, la flama sagrada vuelve a encenderse en el pebetero.
Por Ezequiel P. Pernica (Agencia VEIEM 360) para Deporte Argentino Plus
Un año y tres meses después del anuncio de la suspensión de los Juegos mediante el comunicado oficial del Comité Olímpico Internacional (COI), el fuego sagrado que trae la antorcha vuelve a brillar en la tierra del sol naciente, como ya había sucedido en 1964.
La fiesta comenzó con un video que recorría desde la asamblea de 2013 en Buenos Aires, cuando Tokyo fue designada sede, hasta principios de 2020, cuando la pandemia mundial del Coronavirus dejó las calles desiertas e impulsó la virtualidad.
Lo que nos quitó el Covid
Con el lema, «aislados pero juntos», este segmento se trató de como muchos deportistas se prepararon de manera individual desde su asilamiento social para poder llegar a la cita, de los esfuerzos, de las entregas, la perseverancia y la tenacidad que tuvieron muchos a pesar de las restricciones.
El foco de esta etapa se centró en la boxeadora Arisa Tsubata, una enfermera que estuvo en el frente de batalla contra el Covid durante el último año y medio. La pugilista se quedó fuera de la cita deportiva debido a la difícil decisión que le tuvo que tomar el COI de suspender el clasificatorio, basándose solo en el ranking mundial de los últimos años. Una de las muchas complicaciones que trajo esta crisis mundial. Así, la boxeadora tuvo una especie de revancha olímpica y luchará por estar en Paris 2024. Un símbolo de todo lo que le tocó perder a la humanidad a partir del 2020.
Posteriormente, hubo un recorrido sobre la historia de Japón de la mano de distintos atletas y representantes del personal sanitario que lucharon en el frente de batalla contra la pandemia. Acto seguido, se realizó un minuto de silencio por las víctimas y se procedió con el izamiento de la bandera anfitriona y el himno nacional.
Un desfile reducido
Con pocos integrantes debido al ajustado calendario y protocolos sanitarios, el desfile de las delegaciones comenzó con Grecia, como de costumbre. Los organizadores de los primeros Juegos de la era moderna y sede del olimpismo desde tiempos antiguos fueron seguidos por los refugiados que competirán en los Juegos bajo la bandera del Comité Olímpico.
La Argentina desfiló en noveno lugar de la mano de los campeones olímpicos de vela (Nacra 17) en Río 2016, Santiago Lange y Cecilia Carranza. Más tarde, Francia y Estados Unidos, fueron de los últimos en aparecer, ya que serán anfitriones de los próximos juegos en Paris 2024 y Los Ángeles 2028.
Japón, por su parte, fue la nación que cerró el tradicional desfile por ser los organizadores de los presentes Juegos de Verano.
Naomi Osaka enciende el pebetero
Luego de los discursos protocolares y el juramento olímpico, llegarían más sorpresas. Un conjunto de drones formaron el logo de Tokio 2020 en el cielo que más tarde tomó la forma del planeta tierra mientras sonaba la canción «Imagine» de John Lennon interpretado por varios artistas de los distintos continentes.
Consecuentemente, llegaron los discursos de las autoridades, el primer ministro y el presidente del COI, Sebastián Bach y se procedió al izamiento de la bandera olímpica que tuvo una sorpresa muy especial para los argentinos.
Por último, fue la tenista campeona de cuatro Grand Slams, Naomi Osaka, la encargada de ser el último reelevo de la antorcha y de encender el pebetero para que los XXXII Juegos Olímpicos den inicio.