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Remo: «ESTOY FELIZ DE QUE EL CLUB SAN FERNANDO HAYA ENTRADO EN LA HISTORIA DEL REMO ARGENTINO» DESTACÓ IVÁN CARINO

(Por Luciana Mazzaferri para Noti-Amateur y Deporte Argentino Plus; @luchymazzaferri; @deporteargplus; foto: Agustina Sinopoli)

Se llevó a cabo una nueva edición del Campeonato Argentino de Remo del 15 al 18 de octubre en Tigre. Participaron atletas de Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Brasil, El Salvador, Perú y Estados Unidos. 

El equipo del club San Fernando otra vez
 en el podio del Campeonato Argentino
El día domingo el equipo 8+ del club San Fernando, compuesto por Ivan Carino, Remo Lanzoni, Rodrigo Murillo, Joaquín Iwan, Sebastian Fernández, Marcos Morales, Sebastian Claus, Gabriel Martin, y en timonel Antonella Lupo, obtuvo el primer lugar en dicho Campeonato por octavo año consecutivo
Iván Carino, integrante del equipo campeón y de Seleccionado Argentino de Remo dialogó con Noti-Amateur  con quien compartió acerca del Campeonato Argentino y sobre su presente en lo que va de este 2015. En julio obtuvo la medalla de plata en Ocho Masculino, junto con Joaquín Iwan, Axel Haack, Osvaldo Suárez, Francisco Esteras, Rodrigo Murillo, Diego López, Agustín Díaz y Joel Infante, y la medalla de bronce en Cuatro Sin Timonel, con Agustín Díaz, Francisco Esteras y Joaquín Iwan.
Carino, con 24 años y un gran futuro en el remo argentino,  no solo se dedica a este deporte, además es Payamédico y lleva un mensaje de aliento a las personas internadas en el Hospital de San Fernando,  nos compartió acerca de su otra pasión. 
-¿Qué significó para ustedes subirse al podio por octavo año consecutivo en el Campeonato Argentino?
-Siempre significa mucho ganar el 8+. Este año tenía su condimento especial ya que si ganábamos sumábamos el octavo título consecutivo, rompiendo el récord del club «La Marina», que había sido de siete años. El domingo lo logramos y es un triunfo no solo de los que competimos ese día, sino de todos los remeros, dirigentes y entrenadores que pasaron por todos estos años aportando lo suyo.

-¿Y en lo personal qué sentiste?
-En lo personal es un honor haber estado arriba de ese bote en los últimos siete años. El primer año que lo corrí tenía 17 años, justo volvía de mi primer Mundial Sub-18 y me recuperaba de una fractura en mi brazo. Los compañeros y entrenadoras me bancaron y subí igual. Ellos ya lo habían ganado el año anterior por primera vez y tenía miedo de mandarme alguna con mi poca experiencia (risas). Pero me alentaron y lo ganamos bien. Estoy feliz de que el club San Fernando haya entrado en la historia del remo argentino. Desde ese año hasta hoy sigo corriendo con mis compañeros y amigos del Tricolor.

-¿Cómo es compartir el bote con ocho remeros más?
-Es difícil y genial a la vez. En Argentina no hay una cultura de ocho como en otros países como lo es Estados Unidos. Nosotros estamos todo el año compitiendo a nivel selección o club, en donde  remamos botes chicos (de uno, dos o cuatro) y cuando se acerca el Campeonato Argentino nos juntamos en el club para empezar a trabajar el 8+. Trabajar en equipo es buscar un buen ambiente de trabajo. tener una idea de competencia, qué hacer en cada momento, cómo reaccionar juntos cuando «las papas queman». Somos ocho remeros más un timonel, así que somos nueve personas arriba de un bote y ahí entra mucho el trabajo del entrenador que te forma como equipo.  Ganarlo es algo inigualable, la previa de la competencia, el festejo, somos nueve bancándonos y alentándonos el uno al otro, es algo muy lindo. 

-¿Qué balance hacés de lo que va de este 2015?
-Este año fue muy positivo.  Si bien no nos fue muy bien en el Mundial,  me pude asentar en la Selección de Mayores, fui a la primera Copa del Mundo y a mis primeros Juegos Panamericanos, donde obtuvimos la medalla de plata y de bronce en Toronto.  Esta semana ya retomo los entrenamientos con la Selección con la proa apuntada a lo que va a ser el año que viene. En marzo tenemos el Sudamericano en Chile y a los pocos meses tenemos en Suiza, la segunda y última posibilidad de clasificar a los Juegos Olímpicos en Río 2016. 
Carino y su personaje «Alvarito Berilio»

-Y contamos tu otra pasión, ¿Cómo surgió la idea de ser Payamédico? 

-Surgió de casualidad. En el 2011 había vuelto de un Mundial Sub-23 contento por el resultado, habíamos salido quintos, pero estaba con la cabeza quemada ya que había remado solo ese año. Pensando qué hacer terminé un circo y de ahí fui a un curso de payasos donde conocí a una chica que era payamédica. Me comentó acerca de eso y me interesó, a los pocos días arranqué con el curso y ya hace dos años que estoy de Payamédico en el Hospital de San Fernando.


-¿Cuán importante es este trabajo para ayudar a las personas que están internadas?
-Es algo muy lindo. Cuando me pongo el vestuario y la nariz naranja aparece el  «Dr. Alvarito Berilio». En el momento que arranqué en el Hospital de San Fernando habían muy pocos Payamédicos y sólo iban al sector de adultos. El día anterior de comenzar ahí, me generaba curiosidad cómo podía tomar un paciente que está internado la visión del payamédico, su juego, su mundo y me sorprendió lo bien que salen las intervenciones. Surgen cosas muy productivas y han habido casos que han mejorado mucho su estado anímico. Los enfermeros nos dicen cosas como: «Desde que están ustedes cambió el día a día del paciente» y eso te llena mucho.

-¿Cómo vivís estás dos pasiones tuyas?
-La verdad que el remo es mi estilo de vida. También hago animaciones de circo, soy Payamédico y comediante de Stand Up. Pero ante todo soy deportista y es lo que hago todos los días. La parte artística es mi cable a tierra, me despeja la cabeza y me ayuda a pensar en otras cosas. Me ayuda a estar en equilibrio.


-¿Cuáles son tus próximos objetivos?
-Quiero ir a un Juego Olímpico. Ahora estoy entrenando y tengo la cabeza bien mentalizada en Rio 2016. Tenemos la posibilidad de clasificar en Lucerna. Estoy trabajando bien la parte física, y mental con un Psicólogo Deportivo. Busco lo mejor para que se dé y sino será en Tokio 2020, trabajo mucho para que se me dé. Antes de retirarme quiero ser campeón del mundo y conseguir alguna medalla en un Juego Olímpico. y ahí poder decir «llegué». Todas las noches me acuesto a dormir pensando en eso.