Rugby: «CORAZÓN Y JUEGO», LA COLUMNA DEL PROFESOR HUGO TAJES

(Por Hugo Tajes)

Desde la heroica defensa del ’99 ante Irlanda, durante 10
minutos eternos, se consolidó una 
sentencia que nació con Sudáfrica en 1965: Los Pumas son pura garra.
Esa idea se arraigó con el tercer puesto en el Mundial de
Francia en 2007 y con algunas actuaciones destacadas ante las potencias de
siempre.
Cuando el Seleccionado Argentino comenzó a jugar el  Cuatro Naciones se dijo, que esa competencia
serviría para el crecimiento de nuestro rugby y que a la larga daría sus
frutos.
En este Mundial de Inglaterra, esos pronósticos
comenzaron a ser realidad.  El
Seleccionado creció, comenzó a estar a la altura de la competencia, a jugar en
igualdad de condiciones con los candidatos.
Pero hay algo más de este crecimiento y tiene que ver con el
juego. Estos Pumas ya no son sólo la mística y la garra. Estos muchachos juegan
y lo hacen bien.
Ya no es patada arriba, defensa, tackle y a aguantar. Ahora
hay manos. Como lo vimos en varias conversiones de esta Copa. Los Pumas juegan
coordinadamente y en forma armoniosa.
Más allá del resultado de las semifinales, el verdadero
logro de esta generación es brindarnos un equipo que nos permite disfrutar del
juego, que nos da esperanza no sólo de victoria sino de una sana elección
estética para llevar a cabo sus partidos.

Ojalá que el próximo fin de semana nos traiga la alegría del
triunfo, pero que sea también acompañado con este juego de los muchachos
argentinos, que nos permiten disfrutar de cada juego, quizás como nunca antes
en la historia de Los Pumas.