(Por Luciana Marzzaferri para Noti-Amateur y Deporte Argentino Plus; @deporteargplus ; foto: Graciela Zanitti y iloverunn.com) 

-Participar en un Maratón implica mucho trabajo y disciplina, sobre todo de trabajo invisible como las charlas con tu entrenador, dar lo mejor día a día y con alegría. También en cómo tomarse la competencia y que no pasa nada si una marca sale o sale a medias, o no sale, o si tenemos que abandonar aún habiendo hecho lo mejor. Cristian Malgioglio, mi entrenador y pareja, nos refresca que no debemos olvidar que el deporte no deja de ser un juego. Nosotros ahora que somos referentes debemos hacer hincapié en ello y no dramatizar. Somo seres humanos no máquinas y esto lo hacemos porque nos produce placer y superación personal. Por eso cuando se cruza la meta de llegada habiendo recorrido los 42km, 195 mts, uno piensa, mirando atrás y dice “lo superé», vale la pena esforzarse y eso contagia a su entorno. De esta manera vivo el Maratón y cada proyecto personal que planteo en mi vida junto a Cristian.

-Nuestro grupo «el Team Olímpico», se caracteriza por ser muy partidario del entrenamiento a conciencia, a mediano y largo plazo. Hacemos la planificación conforme al nivel de exigencia de cada uno y sobre todo a los objetivos personales acoplados a los del grupo y todo bajo la guía y motivación de Cristian. Pues la acumulación de kilómetros, la nutrición y el gimnasio son fundamentales para soportar los entrenos y lograr coronar, en este caso, un buen Maratón. Para los 42K de Buenos Aires, nos preparamos luego de más de 10 años de entrenamiento ininterrumpidos. Han sido trece semanas específicas de preparación, y hemos llegado a tocar semanas de 190 km y muchas de 180-185km, con un test previo un mes y una semana antes de 21 km para evaluar los ritmos a los cuales saldríamos a correr. Como no vivimos de este noble deporte “atletismo” debemos ser muy programados ya que compartimos el entreno con la rutina laboral, los quehaceres de la casa, las horas de descanso,  pero no renegamos de eso, porque en cierta medida eso nos fortalece y gratifica doblemente nuestro esfuerzo. Hay un pensamiento muy sencillo que Cristian nos transmite y es que “Siempre que lo que deseamos profundamente lo hagamos con pasión, con convencimiento, seremos felices y la gente a nuestro alrededor también”.

-En cuanto a sensaciones se puede decir que es como la vida misma, de momentos te sentís muy bien, muy entusiasmado, hasta que llega la crisis. Luego la superas y te encontrás feliz al ver el arco de llegada. Son muchas emociones juntas, pero muchas veces durante la carrera te concentrás tanto que vas como por un tubo, tratando de respetar a rajatabla el plan que te da tu entrenador, en mi caso Cristian.

-Es algo indescriptible. El corazón viene galopante y el cuerpo extenuado, pero en esos metros cerrar los ojos y sentir el pelo de la nuca erizado de la emoción como si muchas piernas y muchos corazones recorriesen conmigo esos últimos metros antes de la llegada es una emoción y una felicidad enorme.

-Haber logrado el tercer puesto en un Maratón de características tan grandes como lo fue el de Buenos Aires, es sin dudas el galardón más grande de mi carrera deportiva actual, pero no todo debe pasar por un podio sino por la superación. Porque muchas personas tienen su propia victoria por delante, y en algunas es ganar una medalla, en otras bajar una marca, en otras bajar de peso, en otras completar los 42 km y todas son aceptables. Algunos estarán más dotados por la naturaleza y los medios económicos y otros no tanto, pero debemos entender, como personas y como deportistas, que el éxito no sólo es tener logros destacados sino ser buenas personas. Mi mensaje es este y es el que pregonamos en el grupo que el deportista debe ser un ejemplo dentro y fuera de las pistas y debe ser el primer colaborador de su comunidad. No quiero negar que me pone feliz estar en el podio, pero más feliz me puso bajar mi registro personal de 2h54m56s a 2h48m49s.

-Fue un poco por casualidad, tenía una lesión en un periostio (pantorrilla) por jugar a la pelota con mis amigos y debido a ello comencé el gimnasio para rehabilitar. Allí conocí a Cristian quien en primera instancia me daba planes para trotar tres veces por semana entre 30 y 40 minutos, como vio que lo cumplía, me tomó un test y me dijo que tenía algo de condiciones para correr, comenzamos a entrenar más en serio y luego nos enamoramos y nos fuimos a vivir juntos a los tres meses de novios. Los primeros años fueron de muchas lesiones, ya que en la infancia como no me gustaba la leche la dejé tempranamente por el té y me trajo aparejado un déficit de calcio muy importante. Gracias a Dios, hemos podido sortear las dificultades y nos ponemos más fuertes y amamos cada vez más este deporte.

-El deporte, cualquiera sea, es bueno, te aleja de malos hábitos, te aleja de la dependencia de ansiolíticos, drogas, alcohol.  Y los deportes individuales en mayor medida te producen una sensación que “se puede lograr” con disciplina y esfuerzo, es muy justo “más se  invierte mayor es el premio”. Es lo que a diario Cristian nos inculca, el hacer deporte con alegría y pasión. El nos dice “la naturaleza puede dotarte de condiciones pero si no tenés pasión y disciplina te perdés, como muchos deportistas talentosos”. El deporte te forja valores como la paciencia, perseverancia, voluntad, esfuerzo al máximo en todas las escalas de la vida diaria, en tu pareja, con tus amigos, en tu trabajo, con tu familia y en el deporte mismo.

-Es muy bueno tener sueños y es bueno buscar metas realizables a corto plazo para que nos motiven a lograr ese sueño. Si se tiene disciplina y capacidad de lucha y esfuerzo, se puede coronar un Maratón y llevarse una linda experiencia, pero se debe entrenar a conciencia, dentro de las posibilidades de cada uno. Hay parámetros básicos para preparar una carrera de estas características, ya conocidos y comprobados.

Les dejo un afectuoso abrazo, y espero servir de motivación para que más personas se acerquen a realizar algún tipo de deporte.